Tras casi 48 horas de búsqueda, la Prefectura de Uruguay declaró como fallecido a Franco Adrián Toro, un argentino de 30 años desaparecido en el mar de Punta del Este el pasado 1 de enero. Toro intentó rescatar a una mujer junto a otras personas, pero fue arrastrado por las corrientes. Sebastián Sorribas, vocero del operativo, informó el jueves que ya no había esperanza de hallarlo con vida.
“Hoy (por el jueves) se desplegaron aproximadamente la misma cantidad de medios que ayer. Dos lanchas, dos motos de agua, entre 12 y 15 personas caminando la costa. Hay dos corrientes fuertes en una zona denominada Caldera, a la que bajaron los equipos de buzos donde quedó la caldera de un buque hundido”, detalló Sorribas.
Aunque no se ha encontrado el cuerpo, las operaciones continuarán por al menos cinco días más, ampliando el radio de búsqueda entre 5 y 15 kilómetros desde el último punto donde fue visto. “Dependiendo de cómo estén las condiciones, cómo sople el viento en la noche y cómo esté la marea”, agregó el vocero.
Condiciones adversas en la zona
El área de búsqueda enfrenta dificultades por las corrientes de retorno, un fenómeno característico en la región donde confluyen las aguas dulces del Río de la Plata y las saladas del océano Atlántico. “Es uno de los puntos más conflictivos porque allí se produce el encuentro de las aguas dulces y saladas. La correntada es fuerte en ambos sentidos. Por eso, las corrientes de retorno o resaca son más fuertes que en otras playas”, explicó el prefecto. También mencionó la presencia de rocas y el difícil acceso como factores adicionales que desaconsejan ingresar a esas aguas.
Otros voceros de la operación enfatizaron que “la seguridad del personal de rescate está primero”, aludiendo a los riesgos que enfrentan los equipos en cada jornada de búsqueda.
Un héroe en el mar
Franco Toro, originario de Bahía Blanca, era tatuador y trabajaba temporalmente en Punta del Este como mozo. Según la Armada Nacional de Uruguay, el 1 de enero, cerca de las 7 de la mañana, una mujer argentina ingresó al agua y Toro, junto a otros, intentó rescatarla.
“Es un pibe que no se borra y siempre da una mano. Al ver a dos personas en el agua, le flasheó la de superhéroe, porque hacía todo tipo de deportes, y salió en su auxilio”, relató su amigo Facundo Sánchez Sosa. Durante el operativo, los rescatistas lograron salvar a dos personas, mientras que otra logró salir del agua por sus propios medios.
Toro vivía en Bahía Blanca con su madre y su pareja, Georgina, quien lo había acompañado a Uruguay. Además de tatuador, era amante de los deportes y conocido por su solidaridad, cualidades que lo llevaron a intentar un último acto de valentía.
