Ejemplar de mono aullador rojo, especie en peligro crítico de extinción en Argentina. (Foto: Ilaria Agostini - Lista Roja de los mamíferos en Argentina)
La categorización de los mamíferos en Argentina según su nivel de riesgo de extinción, conocida como la Lista Roja nacional, será actualizada este año para evaluar el estado de conservación de cientos de especies. Este sistema permite implementar políticas de preservación, guiar investigaciones científicas y monitorear la biodiversidad.
La última actualización, de 2019, abarcó 417 especies, de las cuales 98 fueron clasificadas como “Vulnerable”, “En peligro” o “En peligro crítico”. Según un estudio de 2022, el 93% de las especies de mamíferos enfrentan alguna amenaza, siendo la pérdida y degradación del hábitat, causada por actividades productivas, el principal factor de riesgo para el 80% de estas especies.
Origen de las amenazas
“Las categorizaciones se actualizan para reflejar los cambios en el estado de conservación de cada especie. Este año esperamos publicar los resultados a mediados de 2025”, indicó Javier Pereira, coordinador del proceso de Categorización de los Mamíferos de Argentina e investigador del Conicet.
Entre las principales causas de estas amenazas destacan el avance de la frontera agropecuaria y la deforestación, que destruyen los territorios esenciales para la supervivencia de muchas especies. Pereira subrayó que estos cambios afectan especialmente a roedores y marsupiales, dos de los grupos más numerosos entre los mamíferos amenazados.
Se estima que quedan apenas 250 ejemplares en Argentina.
“Cuando los cambios en el hábitat eliminan recursos vitales como alimento o refugio, ese lugar deja de ser habitable para la especie”, explicó.
Especies en peligro
El aguará guazú es la especie con mayor valor de amenaza en Argentina. Su hábitat, concentrado en el Chaco Húmedo y Seco, enfrenta la constante deforestación, que según Greenpeace alcanzó 103.816 hectáreas en 2024 en provincias como Santiago del Estero y Chaco. Además, los atropellamientos en rutas santafesinas representan una grave amenaza: “nueve de cada diez muertes de la especie en esa provincia son por esta causa”, informó el Ministerio de Ambiente local.
Entre las especies en peligro crítico figuran el yaguareté, el mono carayá rojo y cinco especies de roedores cavadores. En la categoría de peligro, destacan el tatú carreta, el pecarí quimilero, el huillín y varios ciervos. Otras, como el oso hormiguero, el ocelote y el tapir, son consideradas vulnerables. En total, hay 7 especies en peligro crítico, 26 en peligro y 65 vulnerables.
El impacto del cambio climático
Aunque es difícil vincular directamente el cambio climático con la desaparición de especies, Pereira señaló que este genera condiciones adversas que agravan otras amenazas.
En la última evaluación, el cambio climático afectó al 8% de las especies analizadas. Los eventos extremos, como sequías, inundaciones e incendios, “exacerban los efectos de otras amenazas”, advirtió. Las especies más vulnerables son aquellas que habitan en regiones altas o cercanas a la Antártida.
Los eventos extremos producto del cambio climático pueden favorecer la desaparición de diversas especies de mamíferos. (Foto: Parque Nacional Nahuel Huapi).
Pereira ejemplificó que en la Patagonia, el clima más seco ha complicado la ganadería, lo que ha llevado a los ganaderos a cazar guanacos al considerarlos competidores por el pasto: “La amenaza directa es la caza, pero lo que la desencadena es el cambio climático”, explicó.
Con esta nueva actualización de la Lista Roja, se busca priorizar acciones que mitiguen estas amenazas y preserven la biodiversidad del país.