Almaceneros de Rosario enfrentan una caída del 20% en ventas interanuales

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 Los almaceneros notan una baja más pronunciada en la venta de artículos que suelen tener salida con las altas temperaturas, como por ejemplo cerveza, gaseosas y fiambres

Los almaceneros de Rosario han registrado una caída en las ventas de alrededor del 20% en comparación con enero de 2024, lo que representa una baja "fuerte" en el consumo. Productos típicamente consumidos en verano, como "cerveza, gaseosa y fiambres", son los que más han resentido su venta. Según Juan Milito, titular del Centro Unión Almaceneros de Rosario, "se fue menos gente de vacaciones, y los que se fueron volvieron con los bolsillos exhaustos", lo que refleja el contexto económico actual.

Milito explicó que enero suele ser un mes con menor flujo de personas en la ciudad debido a que "se van los estudiantes a sus pueblos, no hay actividad de escuelas ni tribunales", lo que afecta la vida cotidiana. Sin embargo, esta baja en el consumo ha sido más pronunciada este año, lo que se ha reflejado en una caída interanual del 20%. Esta tendencia también ha sido evidente en diciembre, cuando "las ventas siguen siendo relativamente importantes" solo por la inercia de la temporada.

La falta de vacaciones y la disminución del poder adquisitivo han generado un cambio en los hábitos de compra, con productos clave para la temporada estival como las "bebidas y fiambres" siendo menos consumidos. A pesar de que algunos clientes han migrado a segundas marcas, "la realidad es que baja el consumo", señaló Milito, citando ejemplos como el jabón líquido, donde las opciones más baratas han tomado terreno.

Otro aspecto revelador de la situación económica es el adelantamiento de la "sensación de fin de mes", que ahora se nota a partir del 20 de cada mes, con compras que comienzan a desplomarse y un mayor uso de tarjetas de crédito. Este fenómeno refleja la difícil situación económica en la que se encuentran muchos hogares.

Milito también advirtió sobre las dificultades en la rentabilidad de los comercios, que han visto sus márgenes reducidos debido al aumento de costos como los alquileres y la energía eléctrica. Aunque aún no se han registrado cierres masivos, la preocupación por el futuro es palpable, ya que los pequeños comerciantes podrían verse afectados por la crisis. "La gente que pierde su trabajo abre el kiosquito de ventana, una pequeña verdulería, y esas cosas duran meses hasta que entran en quebranto", concluyó.

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