Este viernes, Roberto Giordano, el reconocido estilista y empresario argentino, falleció a los 79 años. Según informaron a TN Show, Giordano estaba internado en el Sanatorio Mater Dei y no logró superar una intervención quirúrgica, muriendo a causa de una afección cardíaca. Sus restos serán cremados este sábado en el Cementerio de La Chacarita.
Un ícono del glamour y la moda
Durante las décadas de 1980 y 1990, Giordano se consolidó como una figura mediática gracias a sus desfiles, que destacaban por su combinación de glamour, música y celebridades en escenarios emblemáticos. Su frase “¡No me peguen, soy Giordano!” quedó grabada en la memoria colectiva, junto a su estilo inconfundible en el mundo del estilismo.
En 2022, el estilista enfrentó graves problemas de salud, siendo sometido a una cirugía cardíaca por el doctor Jorge Belardi, quien le realizó un cateterismo avanzado. En ese período, su estado físico era delicado, llegando a pesar solo 60 kilos y sufriendo episodios de pérdida de lucidez.
El declive de un imperio
Roberto Giordano, quien en los noventa creó un verdadero imperio con múltiples sucursales en Argentina y en el exterior, terminó enfrentando graves problemas financieros y legales que llevaron a su ruina. Fue el estilista de figuras como Mirtha Legrand, Valeria Mazza, Andrea Frigerio, Pampita y Nicole Neumann, pero su carrera se vio eclipsada por numerosos conflictos judiciales.
En 2010, la Justicia Comercial ordenó su quiebra luego de que los acreedores rechazaran una propuesta en el marco del concurso preventivo. Entre los demandantes estaban sindicatos, la obra social de los trabajadores de peluquería, el Fisco Nacional y empleados de sus locales.
A partir de 2014, enfrentó una causa por evasión previsional de más de seis millones de pesos, aunque fue sobreseído cuatro años después. Sin embargo, nuevas investigaciones lo acusaron de insolvencia penal fraudulenta, y en 2018 fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso, además de un embargo por 30 millones de pesos. Según las investigaciones, Giordano utilizó “sociedades fantasma”, ocultó bienes y propiedades, y realizó ventas ficticias para eludir sus deudas.
A pesar de las restricciones legales, el estilista se trasladó a Uruguay, donde residía desde hacía más de 20 años, estableciéndose en Maldonado, cerca de Punta del Este.
La muerte de Roberto Giordano marca el fin de una era en el estilismo argentino, dejando tras de sí un legado de glamour y controversias.