En una audiencia realizada este jueves en el Centro de Justicia Penal, Alberto A. F., un conductor de la aplicación Uber, fue imputado por la fiscal Luciana Vallarella, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, por el delito de abuso sexual simple, en calidad de autor y consumado. Pese a la gravedad de la acusación, el proceso continuará con el imputado en libertad.
El hecho ocurrió el pasado 17 de noviembre, cuando Antonella, una joven de 22 años, solicitó un vehículo a través de la aplicación Uber para regresar a su casa. La pasajera relató que, desde que se subió al Chevrolet Prisma conducido por Alberto Andrés, este comenzó a dirigirse hacia ella con frases intimidantes como: “Me alegraste la mañana, ¿por qué no me seguís alegrando la mañana? ¿Querés estar conmigo?”. La situación se tornó aún más grave cuando, según la denuncia, el conductor colocó su mano sobre la pierna de la joven y añadió: “Mírame cómo estoy”, mientras se tocaba por encima de la ropa.
Desesperada, Antonella intentó bajarse del vehículo en la primera estación de servicio que encontraron en el camino, pero las puertas estaban trabadas. Finalmente, logró escapar en una segunda estación tras empujar la puerta y gritar, lo que atrajo la atención de otros conductores en el lugar.
La joven presentó la denuncia en la Fiscalía y compartió su experiencia en redes sociales, donde recibió mensajes de al menos otras nueve mujeres que aseguraron haber vivido situaciones similares con el mismo conductor. Según las denuncias, además de trabajar en aplicaciones de transporte, el acusado también se desempeñaría como remisero y pastor en una iglesia de Villa Gobernador Gálvez.
El caso ha generado preocupación por la seguridad en los servicios de transporte y pone en evidencia la necesidad de un mayor control sobre los antecedentes de quienes operan estas plataformas.
