El conflicto estalló este domingo cuando clubes de distintas categorías del fútbol argentino tomaron medidas drásticas contra jugadores profesionales que participaron en la Copa Potrero, un torneo amateur televisado impulsado por el exfutbolista Sergio "Kun" Agüero. La polémica surgió porque estos jugadores, con contratos activos, compitieron sin autorización de sus equipos, lo que derivó en la rescisión de sus vínculos laborales.
El caso más resonante fue el de Lautaro Torres, mediocampista de Los Andes, quien jugó para el equipo "Montereyes" en un duelo contra "Alto Pasto", usando el nombre falso "Luciano", aunque presentó su verdadero documento en la planilla oficial. Su actuación en la Copa ocurrió un día antes de la crucial final de su equipo contra Colegiales por el ascenso a la Primera Nacional. Ante esta situación, el club anunció en sus redes sociales su decisión de rescindir su contrato.
Otro caso involucró a Juan Ramón Zarza, jugador cuyo pase pertenece a Independiente y que estaba cedido a Excursionistas, aunque relegado a la Reserva. Tras su participación en el torneo, ambos clubes decidieron prescindir de sus servicios.
San Lorenzo también quedó en el ojo del huracán por Ian Vera, de 19 años, integrante de su equipo de Reserva. El club decidió cancelar su préstamo, obligando al jugador a regresar a Estudiantes de Buenos Aires antes de lo previsto.
Por su parte, Comunicaciones emitió un comunicado anunciando la desvinculación de Agustín Minnicelli, defensor surgido de las inferiores de Huracán. Minnicelli representó al equipo "Picapiedras" y protagonizó un incidente llamativo al ser expulsado por una violenta entrada contra un jugador de la "Sub 21".
La Copa Potrero, con un premio de 200 mil dólares para el equipo ganador, ha captado la atención del público por la participación de figuras como Mauro Zárate, Pablo Mouche, Marcelo Barovero y Brian Sarmiento. Sin embargo, su carácter amateur no ha evitado que futbolistas en actividad se unan al certamen, desafiando las normas de sus clubes.
Con más de una semana restante para la finalización del torneo, se teme que otros casos similares puedan salir a la luz, intensificando el debate sobre los límites entre la pasión y la profesionalidad en el fútbol argentino.