Edmundo González Urrutia se encuentra exiliado en España (Foto: EFE)
El gobierno de Joe Biden reconoció oficialmente a Edmundo González Urrutia, exiliado en España, como el presidente electo de Venezuela. La declaración fue emitida mediante un posteo en X por el secretario de Estado, Antony Blinken, quien afirmó: “El pueblo venezolano habló contundentemente el 28 de julio e hizo @EdmundoGU el presidente electo. La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes”.
Por su parte, la respuesta de Caracas fue inmediata y enérgica. El canciller venezolano, Yván Gil, expresó en Telegram: “’Del único lugar que no se vuelve es del ridículo’ reza el dicho popular”, en referencia al reconocimiento estadounidense.
En las elecciones presidenciales del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral proclamó a Nicolás Maduro como ganador, en un contexto marcado por denuncias de fraude por parte de la oposición, liderada por María Corina Machado. Esta última sostuvo que González Urrutia fue el verdadero triunfador.
González Urrutia, un exdiplomático, se refugió en España en septiembre tras recibir una orden de arresto en Venezuela. Las autoridades lo investigan por “usurpación de funciones, forjamiento de documento público, conspiración, sabotaje e instigación a la desobediencia de las leyes”. Estas acusaciones surgieron después de que la oposición publicara actas electorales que, según ellos, probarían su victoria.
Una nueva estrategia de presión contra Maduro
La decisión de Washington se suma a un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes estadounidense, conocido como Bolívar, que busca restringir los contratos con personas o empresas que negocien con gobiernos no reconocidos por Estados Unidos, incluyendo el de Maduro. Este texto aún necesita aprobación del Senado y la firma del presidente para convertirse en ley.
El presidente venezolano Nicolás Maduro (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)
El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano calificó esta iniciativa como un “ataque criminal”, argumentando que “viola la Carta de la ONU” y que forma parte de las “más de 930 medidas coercitivas unilaterales y extraterritoriales” impuestas a Venezuela. En su comunicado, destacó que el uso del nombre Bolívar en el proyecto es una ofensa al legado del libertador, describiéndolo como un símbolo de lucha contra el colonialismo y el imperialismo.
Este reconocimiento y las nuevas medidas legislativas forman parte de una estrategia renovada de presión de Estados Unidos sobre el régimen de Nicolás Maduro, en un contexto de tensiones políticas y económicas entre ambos países.