Alejandra García, historiadora local, explicó a El Ciudadano que el archivo comenzó a funcionar como Asociación Civil en 2016 gracias al interés del concejal Fabián Vernetti y otros referentes culturales preocupados por la conservación de la documentación regional. En sus inicios, utilizaron aulas prestadas por la Facultad Regional Venado Tuerto de la Universidad Tecnológica Nacional, y contaron con un subsidio otorgado por la Municipalidad local. El director del archivo, el antropólogo Pablo Ilari, aportó su experiencia en grandes archivos para formar al equipo en la preservación de documentos, fotografías, revistas, folletos, actas, libros, planos, diarios, y otros materiales de interés local y regional. Recientemente, todo el archivo fue digitalizado, lo que facilita el acceso público y libre a la documentación.
"Era nuestro orgullo que la documentación se preservara, no se perdiera y no quedara en pocas manos," destacó la historiadora Alejandra García.
Desde 2019, el Archivo Histórico Digital de Venado Tuerto ha trabajado en conjunto con la nueva gestión municipal para recuperar el archivo del municipio, que anteriormente era únicamente administrativo. El año pasado, el archivo del diario El Informe se sumó a la colección, y este año, gracias a un acuerdo con la Municipalidad y la Secretaría de Territorialidad y Cultura, se trasladaron a una nueva ubicación donde ambos archivos coexisten. "Ahora es el archivo de toda la ciudad, con el archivo del Museo Cayetano Silva y el Archivo Histórico Digital de Venado Tuerto. Nos dio un impulso enorme porque tenemos más capacidad de trabajo, operarios, y además compartimos el alquiler," añadió García.
Entre la vasta documentación del archivo, se encuentran diarios, fondos de familias con trayectoria en la ciudad, imágenes y cualquier material vinculado al acervo cultural de la zona, accesibles desde la web www.archivohistoricovenado.com.ar.
El archivo también conserva correspondencias de los primeros tiempos sobre el fundador de Venado Tuerto, materiales de la época en que Cayetano Silva, compositor de la Marcha de San Lorenzo, vivió en la ciudad, y otros documentos que reflejan la vida política, económica y social de la región.
"Son materiales muy valiosos y sirven para pensarlos en una historia comparativa. El archivo es fundamental porque es nuestro insumo de trabajo, sobre todo en los lugares pequeños donde hay cierta información que no se encuentra en otros lados. Hay historias que quedan invisibilizadas si no hay un registro propio, por lo que tiene que ser parte de una política de los distintos pueblos y ciudades. Hay mucho centralismo y la calidad de las investigaciones depende del acceso a archivos. Por eso queremos replicar el trabajo en ciudades," concluyó García.