El Ministerio de Justicia ha implementado una nueva reforma en el Registro Automotor que representa un avance en su política de desburocratización. Desde esta semana, ya no será necesario presentar un libre deuda para llevar a cabo la transferencia de vehículos usados. Esto significa que no se exigirá la comprobación de ausencia de deudas por patentes o multas al momento de realizar la compra o venta de un automóvil.
Otra medida incluida en esta reforma es que los Registros Automotores dejarán de encargarse de la recaudación de impuestos, tasas y multas relacionadas con la radicación de vehículos y las infracciones de tránsito ocurridas en jurisdicciones provinciales o municipales. A partir de ahora, estos pagos serán gestionados directamente por cada jurisdicción correspondiente. Esta modificación en el proceso de transferencia permite que la operación se concrete aun si existen deudas, las cuales deberán ser resueltas entre el comprador y el vendedor.
El secretario de Justicia, Sebastián Amerio, defendió esta serie de cambios subrayando que permiten a los ciudadanos obtener un mayor control y comprensión sobre cómo se manejan los recursos que retiene el Estado. Además, se ha decidido poner fin a los convenios que facultaban a los Registros Seccionales para recaudar dichas tasas, lo que supone un avance hacia una mayor transparencia en la administración de fondos públicos.
Estas modificaciones forman parte de un conjunto de reformas recientes que incluyen la eliminación del Certificado de Transferencia de Automotores (CETA) y de la cédula azul, además de la digitalización de los legajos automotores, con el objetivo de agilizar los trámites y reducir los costos en el sector automotor.
