En medio de un ajuste presupuestario implementado por el gobierno provincial, se intensifica el conflicto entre el Ejecutivo y Aguas Santafesinas SA (Assa) debido a la eliminación de un histórico pago extra a los trabajadores. El gobierno califica este pago como un "premio", mientras que desde el gremio de Obras Sanitarias lo consideran una "bonificación por indemnización" relacionada con la gestión privatizada anterior. Las críticas se agravan con denuncias de "desidia y descontrol" en la conducción de la empresa.
La presidenta de Assa, Anahí Rodríguez, apuntó que su gestión ha puesto la lupa en reducir el déficit, un enfoque que también se extiende a otras áreas estatales, como la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Sin embargo, la tensión ha escalado, en especial tras la decisión de eliminar el pago extra a los trabajadores, que el sindicato defiende como un derecho histórico.
Rodríguez fue tajante en sus declaraciones, asegurando que el sindicato mantenía un "picnic" en las instalaciones de la empresa al momento de su llegada. A su vez, criticó la "cogestión" propuesta por el gremio, calificando la gestión anterior de "exceso de autonomía" respecto a las políticas provinciales.
En cuanto a las medidas adoptadas, Rodríguez resaltó que bajo su administración se han detectado irregularidades como registros de 40 horas extras trabajadas en un solo día. La nueva dirección se ha enfocado en corregir estas anomalías para controlar los gastos.
Inversiones en infraestructura y eficiencia
Pese a los recortes, desde Aguas Santafesinas se informó que el Tesoro provincial destinará 85 millones de dólares para un plan de obras que incluirá el recambio de cañerías de agua y cloacas en las ciudades de Rosario y Santa Fe. Este proyecto, que se extenderá por 30 meses, busca renovar una infraestructura obsoleta, además de reducir el 40% de pérdidas de agua y mejorar la atención de los reclamos.
La respuesta sindical: defensa de derechos y denuncias de ajuste
El secretario general del gremio, Silvio Barrionuevo, expresó su malestar frente a la postura del Ejecutivo. Acusó a la presidenta de Assa de adoptar una actitud "inadmisible" y de querer "atacar la representación gremial para justificar sus posiciones". Si bien Barrionuevo manifestó su apoyo a la reducción del déficit propuesta por el gobernador Maximiliano Pullaro, enfatizó que las medidas actuales perjudican a los trabajadores y al servicio.
"Ahora se pone en duda el pago de la bonificación por indemnización de las acciones", indicó Barrionuevo, quien también destacó problemas serios en materia de seguridad laboral, como el mal estado de los vehículos utilizados. Además, denunció una recurrencia de despidos injustificados y la falta de transparencia en las licitaciones.
El gremialista también subrayó la contradicción en la gestión: "La crisis de Aguas no es por los que salen a trabajar a la calle, sino por la manifiesta incapacidad de quienes conducen la empresa". Añadió que se han desvinculado alrededor de 100 empleados sin reposición, lo que ha generado un ahorro importante, pero no se han tomado medidas para mejorar la situación financiera.
Reestructuración sí, pero no a costa de los trabajadores
Barrionuevo concluyó que, a pesar de los recortes salariales, aumentos tarifarios de hasta un 500% y cancelación de inversiones, el ajuste continúa afectando a los trabajadores. "Reestructuración sí, zafarrancho con los trabajadores no", finalizó, dejando clara la postura del gremio frente a la gestión actual de Aguas Santafesinas SA.
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