Córdoba vive una de sus peores crisis ambientales con incendios que se han intensificado en diversas zonas serranas. Las llamas, que ya devastan áreas del Cerro Champaquí, el Valle de Punilla y el Valle de Calamuchita, no dan tregua, mientras los bomberos continúan luchando contra el fuego en condiciones adversas.
Los brigadistas voluntarios están al límite de sus fuerzas. Según fuentes del operativo, "no dan abasto" y se requiere un recambio urgente de personal. La situación ha llevado al gobierno provincial a declarar "zona de desastre" en las áreas afectadas. Sin embargo, los vecinos insisten en que las medidas no son suficientes, exigiendo la declaración de emergencia nacional.
Vecinos de distintas localidades viven con temor ante la proximidad de las llamas. Muchos han perdido sus hogares, mientras otros ven cómo el fuego se aproxima de manera imparable. "Estamos solos, combatiendo nosotros mismos las llamas", denuncia una vecina de Córdoba capital, señalando la falta de apoyo nacional. "Necesitamos asistencia ahora, no mañana", reclamó, exigiendo que se declare la emergencia nacional de inmediato.
Otra residente acusó la falta de recursos y apoyo estatal: "No vinieron ni aviones hidrantes ni helicópteros oficiales. Estamos desprotegidos", denunció. Por otro lado, un vecino sostuvo que los incendios "son intencionales", vinculándolos a intereses inmobiliarios y la construcción de autovías en zonas protegidas. "El bosque nativo hay que cuidarlo", añadió, pidiendo que estas áreas sean declaradas reservas intangibles.
A nivel nacional, se han destinado cuatro aviones hidrantes: dos en Villa Berna y otros dos en Capilla del Monte y Chancaní, pero los vecinos aseguran que no es suficiente. Exigen más asistencia al gobierno nacional y piden que las autoridades locales soliciten con mayor firmeza los recursos necesarios.
Los incendios continúan activos en múltiples puntos, como Capilla del Monte, donde las llamas afectan la zona detrás del Cerro Uritorco, San Esteban, Los Cocos y La Cumbre. El cambio de vientos ha reavivado focos que antes estaban controlados, complicando aún más la tarea de los brigadistas.
En el Cerro Champaquí, Villa Alpina ha sido evacuada por precaución, mientras que en el oeste de las Sierras Grandes, el fuego avanza hacia San Marcos Sierra. En Capilla del Monte, 300 bomberos luchan contra el fuego, que ya ha consumido más de 8.000 hectáreas y destruido 14 viviendas.
Las autoridades han detenido a dos personas bajo sospecha de haber provocado los incendios. El primero, un joven de 19 años, fue arrestado en Capilla del Monte, mientras que un segundo hombre, de 31 años, fue detenido en San Esteban con un bidón de nafta en su poder. Ambos enfrentan cargos por "incendio doloso", y las investigaciones continúan para esclarecer si hay más responsables detrás de estos siniestros.
El secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes, Roberto Schreiner, informó que los evacuados, que ya suman entre 100 y 150 personas, han sido trasladados a hoteles y cabañas para su protección. Schreiner advirtió que las condiciones del viento complican las tareas de los bomberos, extendiendo los tiempos de trabajo.
Este domingo, las labores de extinción se concentraban en Capilla del Monte y Villa Berna, con focos adicionales en el Cerro La Mermela, cerca de Salsacate. La Policía Caminera ha implementado cortes en la Ruta Nacional 38, afectando la circulación a la altura de Capilla del Monte. Las autoridades no descartan más evacuaciones preventivas, especialmente en las localidades de San Marcos Sierra y en cercanías del río Quilpo.
El panorama sigue siendo incierto y devastador, con casi 600 bomberos involucrados en la lucha contra un fuego que parece imparable. La comunidad espera que se tomen medidas rápidas y efectivas para controlar la crisis, mientras la naturaleza y los hogares continúan siendo devorados por las llamas.