Cerca de 25 toneladas de agua radiactiva se han filtrado en el interior de la central nuclear de Fukushima Daiichi, según informó el operador de la planta. Esta fuga se produce una semana después de que comenzara la última fase de descargas de agua tratada al océano.
El agua contaminada, que proviene de un tanque de compensación conectado al edificio del reactor de la Unidad 2, debería haber sido contenida en un tanque destinado a manejar el desbordamiento de la piscina de combustible nuclear gastado, indicó la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO).
La acumulación de esta agua en el primer nivel del sótano del edificio del reactor ha provocado un aumento en el nivel del agua contaminada ya presente en la zona. Sin embargo, TEPCO aseguró que el agua no ha salido del edificio del reactor.
La fuga fue detectada el pasado viernes, cuando se observó una disminución en el nivel del agua en el tanque de compensación. Una investigación posterior reveló que el agua se dirigía hacia un desagüe en una habitación en el tercer piso del edificio del reactor.
Para abordar el problema, la empresa planea utilizar un robot operado a distancia este viernes, con el objetivo de medir los niveles de radiación en la habitación y determinar con mayor precisión la ubicación y causa exacta de la fuga.
La planta nuclear de Fukushima sufrió severos daños el 11 de marzo de 2011, cuando un terremoto de magnitud 9,0 y un posterior tsunami provocaron fusiones en el núcleo y una liberación masiva de radiación, resultando en un accidente nuclear de nivel 7, el más alto en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según la agencia de noticias Xinhua.
A pesar de la fuerte oposición tanto a nivel nacional como internacional, el vertido al océano del agua contaminada de Fukushima comenzó en agosto de 2023. La octava ronda de estos vertidos comenzó la semana pasada.
