En la última década, el sector privado argentino ha mostrado una disminución significativa en su papel como generador de empleo. Según un informe de la consultora PwC, el empleo asalariado en este sector pasó de representar el 55,1% de los trabajadores registrados en 2012 al 47,6% en el primer trimestre de 2024. Este dato es un claro indicio del retroceso que ha experimentado el empleo privado en el país.
El desempleo en Argentina había seguido una tendencia decreciente después del pico del 13,1% registrado en el segundo trimestre de 2020, influenciado por las restricciones pandémicas que provocaron una caída del 18,9% en la actividad económica. Para el cuarto trimestre de 2023, el desempleo alcanzó un mínimo histórico del 5,7%, el nivel más bajo desde 2003. Sin embargo, este descenso se acompañó de una degradación en la calidad del empleo.
El trabajo independiente, incluyendo el monotributo y el monotributo social, creció del 13,8% en 2012 al 20,2% en 2024, evidenciando un desplazamiento de los trabajadores hacia formas de empleo menos reguladas y más precarias. Paralelamente, el empleo público aumentó su participación del 23,8% al 25,8% en el mismo período.
El número de asalariados registrados en el sector privado se ha mantenido estancado en torno a los 6 millones de personas. Desde 2012, el promedio de asalariados ha crecido a una tasa anual compuesta del 0,4%, insuficiente en comparación con el crecimiento poblacional del 0,9% en el mismo lapso, lo que sugiere una pérdida relativa de empleos formales.
La situación se agravó en el primer trimestre de 2024 con una caída del 5,1% en el Producto Interno Bruto (PIB) interanual y un aumento del desempleo al 7,7%, según datos del INDEC. El empleo registrado total, incluyendo sectores públicos, privados, y autónomos, cayó un 0,5% desestacionalizado respecto al trimestre anterior.
El sector de la construcción ha sido particularmente afectado, con una pérdida de 85.118 puestos de trabajo en diez meses, de los cuales la mitad se registraron entre enero y marzo de 2024. Este nivel de empleo es el más bajo desde enero de 2009, excluyendo el año 2020, cuando la crisis fue exacerbada por la pandemia.
