Tras el fracaso de las negociaciones salariales, los gremios aceiteros lanzaron una huelga nacional que afecta las plantas de San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes. Las cámaras empresariales califican la medida de ilegal.
Este martes, los gremios aceiteros comenzaron un paro nacional por tiempo indeterminado, luego de que la reunión paritaria del día anterior no lograra un acuerdo. La medida afecta principalmente a las empresas situadas al norte de Rosario, incluyendo Terminal 6, Cofco, Cargill y Bunge. Desde las 6 de la mañana, se instalaron bloqueos en estas plantas, lo que ha generado una acumulación de camiones en las rutas de la región, con un estimado de 5000 vehículos afectados.
La protesta fue convocada de manera conjunta por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo. El conflicto se centra en "la falta de acuerdo en la negociación colectiva salarial aceitera", destacando la demanda de un Salario Mínimo, Vital y Móvil que permita satisfacer las necesidades básicas contempladas en la Constitución y la ley de Trabajo: "alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión".
En respuesta, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) calificó el paro como "sin fundamento gremial", argumentando que las demandas de los sindicatos están vinculadas a cuestiones ajenas a las propuestas salariales ofrecidas, como el impacto del impuesto a las ganancias. Según Ciara, "los sindicatos presionan por un aumento mayor y por el impacto de Ganancias, que claramente es un problema ajeno a la industria".
Por su parte, los gremios señalaron que tras "ocho horas de negociación" el lunes, las respuestas de las cámaras Ciara, Ciavec y Carbio fueron "insuficientes y provocadoras", acusando a estas entidades de seguir una línea de acción similar a la del gobierno nacional, que según ellos, "busca la destrucción de los salarios". Además, criticaron la actitud de los empresarios, calificándola de "especulativa y una clara ausencia de empatía" hacia los trabajadores aceiteros, en un contexto de crisis para toda la clase trabajadora argentina.