En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Trata, se vuelve crucial entender la complejidad y el alcance de las organizaciones criminales que operan en torno a este delito. El Gobierno Nacional ha informado que, en 2024, Argentina ha rescatado a más de 600 personas, sumando un total de más de 21,000 rescatados desde 2008. Este aumento se refleja en la cantidad de denuncias, influenciado significativamente por el reciente Caso Loan, un acontecimiento que ha sacudido a la sociedad y ha puesto en el foco la lucha contra la trata de personas.
La historia de casos resonantes, como el de Marita Verón en 2002, se repite cíclicamente, con factores sociales y económicos similares: altos índices de pobreza, precariedad laboral, devaluación de la moneda y crisis institucional. Estos elementos crean un caldo de cultivo perfecto para la explotación de los más vulnerables, especialmente mujeres y niños.
En este contexto, la Fundación Alameda, con su vasta experiencia, ha trabajado incansablemente para apoyar a las víctimas y sus familias, promover denuncias e investigaciones, y fomentar la legislación adecuada. La fundación ha colaborado con la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas para que la búsqueda de Loan se realice conforme a los protocolos y jurisprudencias establecidas, priorizando la hipótesis de desaparición forzosa y trata de personas.
La respuesta inicial de las autoridades locales ante la desaparición de Loan fue tratarlo como un caso de extravío, seguido por la hipótesis de un accidente de tránsito. Sin embargo, la reacción rápida para cambiar la cúpula policial y el reemplazo del Ministro de Seguridad indican una acción firme frente a la crisis.
Es fundamental entender que las organizaciones criminales necesitan "territorio liberado" para operar, especialmente en zonas estratégicas como la cercana a la triple frontera. Estas redes delictivas funcionan bajo una lógica empresarial, diversificando sus actividades ilícitas para maximizar ganancias, adaptándose a la vulnerabilidad institucional y económica de cada región.
En última instancia, la lucha contra estas organizaciones no puede ser efectiva sin atacar su base económica, siguiendo la ruta del dinero. Tal como se observa en Rosario, la presencia de la mafia también afecta a Corrientes, utilizando los cuerpos de los más vulnerables como instrumentos de control y mensaje.
Frente a una criminalidad organizada y diversificada, se requiere una comunidad organizada, uniendo esfuerzos para gritar un "nunca más" contundente y construir una sociedad libre de esclavitud y exclusión.
