Representantes del sector productivo, industrial y comercial de la región se reunieron este miércoles por la tarde en el Concejo Municipal de Rosario para debatir sobre la situación actual del sector y analizar los posibles impactos del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) previsto en la ley Bases que se discute en el Congreso.
“Hicimos una convocatoria amplia a quienes forman parte de la vida laboral, industrial y empresarial de la región porque colaboramos con el 50 por ciento del producto bruto del país y somos generadores de empleo genuino. Necesitamos incidir en la discusión de la ley Bases en el Congreso, especialmente en lo referente al régimen de incentivos para las industrias, ya que las propuestas del presidente van en detrimento de la empresa y la industria nacional. Necesitamos un régimen de incentivos que fortalezca a quienes son los motores de la vida laboral y social en la región”, señaló Norma López, presidenta de la Comisión de Producción y Promoción del Empleo del Concejo Municipal.
Desde Apyme (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), cuestionaron una fuerte caída en la actividad. “Los índices son negativos; la economía, el empleo y los salarios están en caída libre y esta ley consolida esa tendencia. Esta realidad exterminará a las pymes y a la industria nacional”, afirmó Juan José Sisca, secretario nacional de Apyme.
“En ninguno de los más de 200 artículos de la ley se mencionan a las pymes ni a la industria nacional. No hay ningún incentivo. Al contrario, se derogaron leyes que nos beneficiaban, como la ley de góndolas, el programa de desarrollo de proveedores, el observatorio de precios y los incentivos a la exportación de productos con mano de obra calificada. No solo no hay nada a favor, sino que hay mucho en contra”, añadió Sisca.
El presidente de la Unión Industrial Rosario e integrante de la comisión directiva de Fisfe, Román Guajardo, advirtió sobre una “caída sostenida y generalizada que afecta a los sectores industriales del Gran Rosario”. “Expuse en el Senado sobre el RIGI porque entendemos que es uno de los puntos que más nos afecta debido al tipo de producción que tenemos en Rosario y Santa Fe. Necesitamos un régimen de inversiones que incluya a la industria santafesina”, señaló.
Desde el área de estudios de la Bolsa de Comercio de Rosario, Julio Calzada, analizó que tras la “peor sequía de los últimos 60 años, el sector tiene una campaña con cierta normalidad en la que avanza la cosecha”, al tiempo que se mostró expectante con los regímenes de incentivos. “La mesa ejecutiva de la Bolsa tiene una visión favorable a regímenes de incentivos que canalicen inversiones en minería y petróleo, generando divisas para ayudar al campo, que aporta 40 mil millones de dólares y tiene un régimen impositivo más alto con derechos de exportación. Si Argentina recibe inversiones y genera divisas, puede equilibrar las cuentas externas y pagar los compromisos de deuda; este régimen es importante para la economía argentina”, concluyó.
El RIGI
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) establece beneficios para acelerar la toma de decisiones de inversión en proyectos superiores a 200 millones de dólares. La propuesta incluida en la ley Bases busca generar “seguridad jurídica” mediante incentivos tributarios y fiscales para desembolsos mayores a 200 millones de dólares en diversos sectores.
El artículo 187 dispone que las importaciones para consumo de mercaderías o temporarias de las firmas adheridas al régimen estarán exentas de derechos de importación, impuesto PAIS, tasa estadística y de todo régimen de percepción, recaudación, anticipo o retención de tributos nacionales y/o locales. Esto incluye desde tasas municipales hasta el impuesto inmobiliario y el impuesto a los Ingresos Brutos, de recaudación provincial.
Además, establece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios, como la exención de derechos de importación y tasa de estadística para el ingreso de bienes de capital, repuestos y componentes destinados a los nuevos proyectos. También permite a los beneficiarios disponer libremente del 20% de las divisas generadas por sus exportaciones al cabo del primer año, del 40% al segundo año y del 100% a partir del tercero.