El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario ha decidido suspender el juicio a prueba para una mujer vinculada al histórico caso del "Rey de la Efedrina", Mario Segovia. Dieciocho años después del hecho, la acusada, que accedió a cobrar 11 giros de dinero para un tal Nicolás, supuestamente para costear un problema de salud de un familiar, enfrentará un año de probation, durante el cual deberá cumplir con reglas de conducta, pagar una multa y una reparación económica.
La mujer, quien en aquel entonces tenía 24 años y trabajaba en una empresa de telefonía móvil, recibió los giros entre fines de junio de 2006 y mediados de abril de 2007, desconociendo el origen ilícito del dinero y la verdadera identidad de Nicolás, quien resultó ser el mencionado Mario Segovia, condenado por narcotráfico. Tras ser citada a indagatoria en 2016, se enteró de su implicación en la causa.
Por otro lado, una serie de allanamientos en Rosario ha llevado a la detención de quince personas relacionadas con una organización narcocriminal vinculada al clan Los Monos. La investigación, conocida como Operación Romaní, ha revelado cómo una célula delictiva ligada a Los Monos buscaba droga en Corrientes y Misiones para su distribución en Rosario, contando con la colaboración de un ex policía, un jefe de inteligencia de la AFI y otros implicados.
Según las autoridades, esta organización, liderada por el histórico lugarteniente de Los Monos, Leandro "Pollo" Vinardi, continuó operando desde la cárcel tras el desmantelamiento del clan, valiéndose de conexiones en el mundo del fútbol y la policía. Además, se ha descubierto la participación de un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en la protección y asesoramiento de los delincuentes, así como su relación con un fiscal provincial.
La investigación también reveló la participación de tres clanes de la comunidad gitana en el tráfico de estupefacientes en la región, bajo el nombre de "Los Gitanos", con conexiones en provincias del norte argentino. Entre los implicados se encuentran nombres conocidos del mundo del hampa rosarino, vinculados tanto a Los Monos como a otros grupos delictivos locales.
Estos acontecimientos muestran la complejidad del entramado delictivo en la región y la necesidad de acciones coordinadas entre las autoridades para combatir el narcotráfico y la criminalidad organizada en todas sus formas.
