La Región II de Educación está siendo testigo de una situación angustiante que afecta a diversas comunidades educativas rurales. Escuelas de Cuarta Categoría y Centros Educativos Radiales (CER) enfrentan la posibilidad de cerrar sus puertas o ser degradadas de categoría, según denuncias de los propios maestros.
El sitio Infovera ha destacado esta preocupante realidad que ha generado desazón entre los docentes de la zona. Supervisores han comenzado a evaluar el estado de estas escuelas, observando de cerca la evolución de la matrícula. Algunos establecimientos ya han recibido notificaciones sobre la situación, lo que ha generado un clima de incertidumbre y malestar entre el personal educativo.
Los docentes, que han solicitado mantener su identidad en reserva por temor a represalias, expresan su descontento ante lo que consideran una persecución y un acoso hacia las instituciones educativas rurales. Se sienten preocupados por la posible reducción del presupuesto y la falta de consideración hacia los derechos de los niños a recibir educación.
El aumento en la matrícula en algunas escuelas no se ha visto acompañado por un incremento adecuado en el presupuesto, lo que ha generado dificultades para mantener servicios básicos como la copa de leche y el comedor. Esta situación ha llevado a los docentes a experimentar sentimientos de angustia y desesperanza, especialmente al enfrentarse a la posibilidad de cierre o degradación de las escuelas donde han dedicado tanto esfuerzo y sacrificio.
A pesar de las declaraciones del delegado regional de Educación, Sergio García, quien asegura que no se cerrarán escuelas mientras haya estudiantes, los docentes expresan su escepticismo y temen que la situación no se resuelva de manera favorable para las comunidades afectadas.
En definitiva, esta revisión que parece centrarse únicamente en cuestiones presupuestarias está dejando de lado un aspecto fundamental: el arraigo de las comunidades a sus escuelas rurales, lo cual es vital para el desarrollo y la identidad de estas localidades.
