Máximo Thomsen, uno de los principales condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio desde la cárcel de Melchor Romero, donde cumple una condena de reclusión perpetua. En una entrevista con Telenoche (El Trece/El Tres), Thomsen afirmó que no se siente "un asesino" y comprometió a dos amigos al relatar su versión de los hechos ocurridos la noche del crimen en Villa Gesell en el verano de 2020.
Detalles de la Noche del Crimen
Thomsen, quien tiene 24 años, describió su vida antes del incidente, mencionando su educación en Zárate y su participación en el rugby, deporte que asegura le enseñó buenos valores y del que nunca recibió una tarjeta amarilla. Sin embargo, admitió haber estado involucrado en peleas callejeras, especialmente a la salida de boliches, aunque afirmó que nunca pensó que podría matar a alguien con su cuerpo.
El ex rugbier relató que el día de la tragedia, él y su grupo de amigos habían consumido grandes cantidades de alcohol desde la tarde en la playa, un comportamiento que él consideraba normal para soltarse y divertirse. "Bebimos unas diez botellas de fernet y vodka entre los diez amigos, y sobró muy poco", detalló.
Incidente en el Boliche
Thomsen explicó que llegó borracho al boliche Le Brique y que la pelea comenzó cuando uno de sus amigos, Matías Benicelli, recibió un golpe en la cara. Según Thomsen, Fernando Báez Sosa fue quien golpeó a Benicelli, lo que desencadenó una serie de altercados. Thomsen afirmó haberse involucrado en la pelea sin intención de matar a nadie, admitiendo que tiró patadas pero sin tener noción de lo que estaba ocurriendo.
“Fernando les hizo burla. Enzo le pegó la primera piña. Después me enteré que si le había pegado a Fernando. No me voy a esconder. Yo me metí en la pelea. Nunca me dejaron contar. Pero nunca tuve una intención de matarlo. Nunca lo agarré de los pelos. Entré a tirar patadas, pero no tenía noción de lo que estaba pasando”, señaló Thomsen.
Compromiso de Amigos
Thomsen apuntó contra otros dos acusados, Ciro Pertossi y Enzo Comelli, al detallar su versión de los hechos. Según Thomsen, fue Ciro Pertossi quien le pegó una patada a Fernando, aunque afirmó que esta no llegó a impactar.
Cambio de Estrategia Legal
La entrevista con Telenoche marca la primera vez que Thomsen rompe el pacto de silencio mantenido por los ocho acusados. Su decisión de hablar públicamente forma parte de una nueva estrategia de defensa tras contratar a un nuevo abogado, Francisco Oneto. Thomsen espera que esta estrategia le permita revisar y eventualmente revertir su condena a prisión perpetua.
Las declaraciones de Máximo Thomsen han reavivado el debate sobre el caso y las responsabilidades individuales en la golpiza que resultó en la muerte de Fernando Báez Sosa. Su testimonio, que compromete a otros dos acusados, se suma a los esfuerzos legales para buscar una reducción de su condena, mientras la opinión pública sigue atenta a los desarrollos de este emblemático caso judicial.
Máximo Thomsen rompió el silencio desde la cárcel: “No me siento un asesino” | https://t.co/VhHh9qGLiL pic.twitter.com/NW8gdCNo20
— Telenoche (@telenoche) May 28, 2024
El mensaje de Graciela Sosa tras la entrevista a Thomsen: “La única víctima es, fue y será Fernando”
La madre del joven hizo el posteo cuando el rugbier daba su primera entrevista desde la cárcel, donde cumple una condena a prisión perpetua.
Luego de conocerse las declaraciones de Máximo Thomsen desde la cárcel, Graciela Sosa aseguró este martes por la noche que “la única víctima es, fue y será Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes”.
La madre de Fernando subió una foto de ella, su hijo y Silvino Báez sonriendo con la siguiente frase: “Podrán hablar de arrepentimiento, de llanto, de `su libertad`, pero la única víctima es, fue y será Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes”.
La imagen y el mensaje los posteó Graciela cuando Thomsen daba su primera entrevista desde la cárcel, donde cumple la condena a prisión perpetua por el crimen de Báez Sosa junto a Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi.
En tanto, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios del homicidio.