Preocupación en las filas libertarias por el impacto que pueda tener la marcha universitaria del 23-A

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A 55 años del Cordobazo, la consigna "obreros y estudiantes" se reeditará este martes cuando confluyan los trabajadores convocados por las centrales sindicales, con la comunidad de la UBA, en una movilización que se anticipa masiva para defender a la Universidad Pública


Por: Mauro Federico / Dataclave.com.ar

Ese jueves 29 de mayo amaneció tenso. Algunos sindicatos comenzaron a abandonar las fábricas antes de las once de la mañana. A esa hora el gobierno dispuso que el transporte abandone el casco céntrico. Los trabajadores de Luz y Fuerza de la Administración Central pretendían organizar un acto y fueron atacados con bombas de gases. Otra vez, la represión indiscriminada prohibía violentamente el derecho de reunión, de expresión, de protesta. Mientras tanto, las columnas de los trabajadores de las fábricas de la industria automotriz iban llegando a la ciudad. A todas las atacaron para dispersarlas”.

El comercio cerró sus puertas mientras las calles se iban llenando de gente. Cerca del mediodía, comenzó a sonar la noticia del asesinato de un compañero del Sindicato de Mecánicos, Máximo Mena. Y ese fue el detonante del estallido popular, la rebeldía contra tantas injusticias. La policía comenzó a retroceder y ya nadie controlaba la situación. Era el pueblo, las bases sindicales y estudiantiles, era la toma de conciencia de todos evidenciándose en las calles contra tantas prohibiciones y postergaciones”.

El recuerdo en primera persona de aquella jornada otoñal de 1969 en Córdoba pertenece a uno de sus protagonistas excluyentes: Agustín Tosco, un dirigente sindical del gremio de Luz y Fuerza, miembro de la CGT de los Argentinos y uno de los principales promotores del Cordobazo, el día en el que confluyeron trabajadores y estudiantes para protestar por las políticas del gobierno dictatorial del General Juan Carlos Onganía.

La aplicación del plan del ministro Adalbert Krieger Vasena con medidas como la suspensión de los convenios colectivos de trabajo y el congelamiento de salarios actuó como catalizador, especialmente en la provincia mediterránea, que en esos años concentraba la industria automotriz y metalmecánica. Una resolución en particular fue la que sirvió de disparadora:  la derogación del “sábado inglés”, una ley que establecía el pago doble para cada hora trabajada después de las 13.

La historia vuelve a repetirse

Cincuenta y cinco años después, las mismas coordenadas que promovieron aquella aciaga jornada de lucha, volverán a confluir este martes, cuando se realice una marcha para reclamar por la situación crítica que atraviesan muchas de las casas de altos estudios y para pedir que se actualicen por inflación los salarios y el presupuesto destinado para la formación académica de miles de estudiantes.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) -una de las instituciones que convoca a la marcha universitaria- a principios de abril se declaró en emergencia presupuestaria, por lo que es una de las instituciones que reclama aumento del presupuesto nacional, la implementación de un boleto educativo y el incremento salarial para docentes y no docentes.

A su vez, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a todas las universidades públicas nacionales, alertó que “de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo” por parte del Gobierno, se verá “seriamente afectado el funcionamiento” de todo el sistema educativo.

La marcha federal en defensa de la universidad pública se anticipa multitudinaria. La movilización contará con la presencia de alumnos, docentes y autoridades, con la participación de referentes no sólo del ámbito académico, sino también del cultural, artístico, periodístico, sindical, incluida la CGT, las CTA y organizaciones sociales.

En ese contexto, el gobierno nacional -lejos de buscar acercamientos que puedan evitar el choque- advirtió que impondrá el protocolo antipiquete durante la jornada, a pesar de que los organizadores presentaron un pedido a la cartera de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, que se mantiene en contacto con sus pares de la administración nacional en vistas al operativo.

Desde el ministerio que conduce Patricia Bullrich aseguraron que mantendrá la “misma postura que en todas las marchas”, y que apuntarán a impedir cortes y evitar así complicaciones para la circulación de los ciudadanos; mientras que los organizadores anunciaron que será “imposible” marchar por la vereda.

A media tarde de este sábado, Javier Milei volvió a la carga con su prédica provocadora a través de las redes sociales con un nuevo ataque contra las universidades públicas. “Hola a todos…!!! A ver, me gustaría tener la opinión de los salamines que escriben cartitas indignados negando que se usan las universidades públicas para hacer negocios turbios y adoctrinar…”, afirmó el mandatario a través de la red social X.

El presidente compartió un posteo del periodista Gabriel Anello, en el que afirmaba que Diego Molea, rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), “quien iba a ser Ministro de Justicia de Massa” destina “las partidas que recibe” para “pagar sueldos a jugadores y entrenadores del Club Temperley, club que usa como aguantadero político”.


Libertarios preocupados por posible desmadre

Dentro de la dirigencia libertaria hay sectores “muy preocupados” por la marcha del martes. “Los universitarios no son los piqueteros, ni los sindicalistas, tenemos que evitar esa confrontación porque nos puede llevar puesto”, le dijo a Data Clave un diputado oficialista con llegada directa a los principales despachos del Ejecutivo. “Cualquier episodio represivo que se desmadre, nos puede generar un daño irreparable”, agregó el legislador.

Dentro del núcleo duro de los diputados de LLA existen varios “muy críticos” de las ”posturas irracionales” de otros integrantes del bloque a los que “les importa muy poco la institucionalidad” y piensan que “se puede gobernar con el discurso de la campaña, y eso es imposible”. Para graficar este escenario, la fuente utiliza una metáfora a la que califica de “fuerte”.

“La Argentina tiene un cáncer, que son los políticos y Milei es la más potente de las quimioterapias para combatirlo Ahora no se puede vivir siempre con la quimio, hay que terminar con el cáncer y prepararse para gobernar con la institucionalidad. Para eso hay dos caminos: o recurrimos a los políticos tradicionales que sobrevivan, o empoderamos al ala racional de los nuestros porque, convengamos que hay muchos en nuestro espacio que están desquiciados y con los que no podemos construir nada”, graficó.

La fractura expuesta que se evidenció esta semana en el corazón de los parlamentarios oficialistas, a raíz del incremento de las dietas que se aprobaron los propios senadores; sumado al conflicto aún irresuelto de la presidencia de la Comisión de Juicio Político, que aún permanece sin autoridades reconocidas a pesar de la elección de Marcela Pagano, cuestionada por los integrantes de su propio espacio, son prueba suficiente de la inestabilidad permanente que ostenta el mileismo.

Sesión especial el miércoles en Diputados

Con la firma de 24 diputados nacionales, el bloque de Unión por la Patria solicitó al titular del Cuerpo, Martín Menem, una sesión especial el próximo miércoles 24 de abril para tratar la modificación del Presupuesto con una actualización dirigida a las partidas para universidades nacionales.

El financiamiento de las universidades, el Fondo de Incentivo Docente y las jubilaciones no pueden esperar, indicaron en un mensaje publicado en la red social X junto al detalle del temario a tratar, remitido al presidente de la Cámara baja, Martín Menem.

Esta semana, organizaciones estudiantiles debatieron con legisladores de UP, el FIT, la UCR y HCF, donde reclamaron que “el sistema universitario se encuentra atravesando una profunda crisis, provocada por la reducción presupuestaria del 72%”, lo que ha impactado negativamente en “los salarios docentes y no docentes, la suspensión de obras de infraestructura, la falta de actualización de las becas estudiantiles y el funcionamiento general de las instituciones”.

Las manifestaciones por el financiamiento de las casas de altos estudios nacionales se dan en el marco de la decisión del presidente de la Nación de prorrogar el Presupuesto 2023 para el período 2024 a través del DNU 88, y recortar los gastos del Estado en favor de alcanzar el superávit fiscal.

El malestar en las universidades públicas por la falta de presupuesto en medio del ajuste y la inflación aumentó luego del plenario del CIN donde los funcionarios de Educación plantearon a rectores de todo el país que debían recortar “gastos superfluos”. El final de esa asamblea fue con la confirmación de la marcha de este martes 23 de abril.

El Gobierno intentó desactivar la marcha, dejando trascender en los medios que había alcanzado un acuerdo con los rectores para aumentar las partidas de funcionamiento. Sin embargo, las autoridades universitarias salieron a desmentir tal acuerdo y ratificaron la convocatoria a la manifestación la semana próxima.

“Tenemos que evitar que la sangre llegue al río, el martes durante la marcha Patricia se tiene que calmar y evitar el desastre que sería una represión violenta contra un sector social contra el que no debemos confrontar, si se les va la mano y tenemos incidentes graves, lo del miércoles puede ser muy problemático”, sumó a Data Clave otro diputado del oficialismo.

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