La Justicia de Rosario ha emitido una histórica condena en primera instancia contra los herederos de un médico y el Sanatorio Británico por violencia obstétrica y mala praxis. La sentencia impone el pago de $28.300.000, más intereses, en concepto de daño emergente actual y futuro, incapacidad física parcial y permanente, y daños moral y punitivo.
El caso, presentado por la abogada Paula Carello en 2013, gira en torno a un incidente durante el segundo trimestre de su primer embarazo, cuando consultó a un obstetra en el Sanatorio Británico. A pesar de expresar su deseo de un parto natural, sin intervenciones innecesarias, el médico realizó una serie de procedimientos médicos sin su consentimiento.
La demanda, representada por el abogado Esteban Jurún, sostiene que el médico incumplió el acuerdo establecido con la paciente y procedió a realizar una cesárea innecesaria, sin respetar su autonomía y derechos. Además, se señala que el Sanatorio Británico no supervisó adecuadamente al profesional, contribuyendo así a la situación de violencia obstétrica.
La jueza Verónica Gotlieb, en su fallo, establece que tanto el médico como el sanatorio son responsables por los daños causados a la paciente. La sentencia destaca la obligación del médico de obtener el consentimiento informado de la paciente y critica la falta de organización del servicio de obstetricia del sanatorio.
La indemnización, que incluye a las aseguradoras del médico y el sanatorio, marca un precedente significativo en la lucha contra la violencia obstétrica y la defensa de los derechos de las pacientes. Aunque la sentencia ha sido apelada por todas las partes, su impacto en el ámbito médico y legal es innegable.
