La Cámara de Casación ha ratificado las penas para los principales investigadores del atentado contra la AMIA, reafirmando las irregularidades que han marcado la pesquisa argentina sobre el trágico suceso. Entre las sentencias, el ex juez Juan José Galeano recibió una condena de cuatro años de prisión, mientras que los ex fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia fueron sentenciados a dos años en suspenso. Esta decisión judicial llega acompañada de señalamientos hacia Irán como presunto responsable de los ataques.
El fallo de Casación, emitido este jueves, destaca que tanto el ataque a la embajada de Israel en 1992 como el atentado contra la AMIA en 1994 obedecieron a un "designio político y estratégico" por parte de la República Islámica de Irán, ejecutados por la organización terrorista Hezbollah. Además, se califica la voladura de la AMIA como un crimen de "lesa humanidad", abriendo la posibilidad para que Argentina formalmente demande a Irán.
Los jueces de Casación han fundamentado su fallo en informes de inteligencia, aunque ha generado controversia al pasar por alto la falta de evidencias concretas sobre la autoría de los ataques. Ángela Ledesma, una de las magistradas, se ha negado a pronunciarse sobre la responsabilidad de Hezbollah o Irán, argumentando que no forma parte del objeto de los recursos presentados. Sin embargo, Ledesma ha sido la única en condenar al juez, los fiscales y otros funcionarios por encubrir la denominada "pista siria" del atentado.
La causa, marcada por una serie de irregularidades y manipulaciones, ha sido objeto de escrutinio y crítica. Desde el pago ilegal de 400 mil dólares al principal acusado, Carlos Telleldín, hasta el ocultamiento de pistas y la falta de investigación sobre la pista siria, han marcado la investigación desde sus inicios. El comunicado de Casación apunta a la sustracción de fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia y su entrega a Telleldín, así como la fabricación de pruebas falsas que condujeron a detenciones ilegítimas.
A pesar de los desafíos y las controversias, los familiares de las víctimas han mantenido una incansable lucha por la verdad y la justicia. En un caso que ha involucrado a figuras políticas prominentes y a la comunidad judía, su perseverancia ha sido fundamental en la búsqueda de la verdad detrás de uno de los episodios más oscuros de la historia argentina.
