El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió de urgencia después del masivo ataque iraní con misiles y drones contra territorio israelí, desencadenando acusaciones y advertencias entre ambas naciones. En una sesión de emergencia, el secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó que la ley internacional prohíbe las acciones de represalia que involucran el uso de la fuerza.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres (Foto: Reuters)
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, afirmó que su país se reserva el derecho a las represalias, mientras que el representante de Irán justificó el ataque como una medida de autodefensa. Este intercambio se produce en medio de llamamientos a un desescalamiento de la crisis y la advertencia de Guterres sobre el peligro de un conflicto devastador a gran escala en Oriente Medio.
Guterres instó a la máxima moderación y alejarse del abismo, señalando la responsabilidad común de la comunidad internacional para evitar una escalada entre Irán e Israel, así como para lograr un alto el fuego en Gaza y prevenir una mayor violencia en Cisjordania. Además, cuestionó las acciones de ambos países, destacando el ataque masivo de Irán contra Israel y el bombardeo del consulado iraní en Damasco por parte de Israel, subrayando la importancia de evitar cualquier acción que pueda conducir a una confrontación mayor en la región.
El embajador de Israel solicitó al Consejo de Seguridad condenar inequívocamente a Irán por la violación y actuar contra la Guardia Revolucionaria. Israel afirma haber frustrado en gran medida el ataque iraní, que incluyó drones asesinos, misiles balísticos y misiles crucero. Esta escalada de tensiones marca un cambio significativo en la confrontación entre Israel e Irán, que hasta ahora se había llevado a cabo a través de terceros.