En medio de la creciente preocupación por la inseguridad y la violencia organizada en la provincia de Santa Fe, el Ministerio de Seguridad de la Nación ha puesto en marcha el Plan Bandera, bajo la dirección de la ministra Patricia Bullrich y en línea con las directrices del presidente Javier Milei y el gobernador Maximiliano Pullaro.
Este programa, que busca prevenir el delito y combatir el narcotráfico, ha arrojado sus primeros resultados tras un mes de implementación.
Desde su inicio a principios de año, el Plan Bandera ha desplegado un importante contingente de fuerzas federales en la provincia, incluyendo efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y la Policía Aeroportuaria. Este despliegue ha resultado en más de 90.000 controles vehiculares, 119.000 controles de personas y 28 procedimientos de incautaciones.
Uno de los aspectos más destacados de este programa es la significativa disminución en los índices de homicidios, que ha alcanzado el 57% a nivel provincial y el 35% en la ciudad de Rosario. Además, se han implementado medidas específicas para abordar la problemática de las bandas delictivas dentro de las cárceles de la provincia, con reclusos de alta peligrosidad bajo un régimen especial.
La ministra Bullrich ha expresado su compromiso de seguir combatiendo incansablemente contra los sicarios, narcotraficantes y extorsionadores, enfatizando que "el que las hace, las paga". En una entrevista, mencionó el interés en adoptar el modelo de seguridad implementado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dada la grave situación de violencia que enfrenta Argentina.
Sin embargo, a pesar de los avances, algunos funcionarios reconocen que aún hay desafíos por delante. El subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad, Federico Angelini, señaló que si bien están en el camino correcto, no hay nada que festejar. Destacó la importancia de una estrategia integral que incluya inteligencia criminal y penitenciaria, así como operativos de saturación en zonas conflictivas.
Además, investigadores han resaltado que el descenso en los índices de violencia también está relacionado con medidas tomadas en el sistema penitenciario, como cambios en unidades carcelarias y el endurecimiento de condiciones para reclusos vinculados a organizaciones criminales.
A pesar de estos avances, la situación sigue siendo compleja. Las amenazas y ataques contra funcionarios, como el gobernador Maximiliano Pullaro, evidencian la persistencia de grupos delictivos que buscan sembrar el temor en la sociedad.
El Plan Bandera representa un paso importante en la lucha contra la inseguridad en Santa Fe, pero queda claro que se necesitará un esfuerzo continuo y coordinado entre autoridades federales, provinciales y locales para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.
