En una polémica movida política, el presidente Javier Milei ha puesto en la mira los fondos destinados a la urbanización de barrios populares en Rosario.
La reciente modificación de la Ley Ómnibus desfinancia el Fondo de Integración Socio Urbana (Fisu), un programa que trasciende las divisiones políticas y busca mejorar las condiciones de vida en aproximadamente 40 barrios de la ciudad. Este cambio amenaza con dejar inconclusas obras que ya han beneficiado a 14 mil familias y generado más de 2.700 puestos de trabajo.
La Subsecretaría de Integración Socio Urbana (Sisu) ha invertido 38 mil millones de pesos en 77 barrios de la provincia de Santa Fe, y en Rosario se encuentran en riesgo 27 proyectos destinados a 40 barrios, con un compromiso financiero que supera los 10 mil millones de pesos.
Las obras abarcan mejoramientos de viviendas, instalaciones de agua potable y cloacas, conexiones eléctricas, red peatonal, arbolado público y equipamiento comunitario.
Entre las obras ya finalizadas se encuentran proyectos en Cullen, La Lagunita, Cañaveral, Villa Tablada, Parque Casas y Barrio Alvear, que van desde mejoramientos de viviendas hasta la creación de playones deportivos y conexiones eléctricas. Sin embargo, la ley modificada pone en peligro la conclusión de trece obras en ejecución y otros ocho proyectos por iniciar, incluyendo la esperada integración sociourbana de Los Pumitas en el noroeste de la ciudad.
La modificación crucial se centra en el reparto de lo recaudado por el Impuesto País. Anteriormente, un 30% de estos fondos se destinaba al Fisu, pero la nueva legislación propuesta por el gobierno de Milei asigna el 100% del impuesto al Pami y la Ansés. Esto deja al Fondo para la Integración Socio Urbana vacío y pone en riesgo el desarrollo de obras esenciales para mejorar la calidad de vida en los barrios más necesitados de Rosario.
Con más de cien modificaciones en la ley Ómnibus, este punto sobre las urbanizaciones se mantiene sin cambios, generando incertidumbre sobre el futuro de los proyectos. La eliminación del capítulo fiscal por parte del ministro Luis Caputo ha dejado a la ley con límites difusos, pero la amenaza persiste para los barrios populares de Rosario que esperan con ansias mejoras en su infraestructura y condiciones de vida.
