En un giro sorprendente en la polÃtica exterior argentina, el presidente Javier Milei ha decidido no designar embajadores ante las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, marcando una clara diferencia con la administración anterior.
Esta decisión ha generado un impacto inmediato en las relaciones bilaterales y se espera que tenga repercusiones en organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Milei, conocido por sus posturas ideológicas opuestas a regÃmenes autoritarios, busca distanciarse de las gestiones anteriores al mantener relaciones bilaterales con un encargado de negocios en lugar de embajadores polÃticos en estos paÃses. Este movimiento también influirá en las relaciones con Brasil, Colombia y México, cuyos lÃderes han mostrado afinidad con las dictaduras caribeñas.
La canciller Diana Mondino ha recibido instrucciones del presidente para definir la lista de embajadores polÃticos alrededor del mundo, excluyendo embajadores en La Habana, Managua y Caracas. Esta decisión contrasta con la estrategia del gobierno anterior, que envió representantes polÃticos a estas naciones, generando controversias y crÃticas.
El cambio de postura de Argentina respecto a estas dictaduras ha sido evidente desde la asunción de Milei, quien no extendió invitaciones a los lÃderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela durante su ceremonia de asunción. Además, el presidente eliminó de la lista de invitados a Ebrahim Raisi, dictador de Irán, reforzando su compromiso con una diplomacia distinta.
Esta nueva postura ya ha tenido reacciones por parte de los regÃmenes afectados. El dictador Daniel Ortega retiró a su embajador en Argentina en respuesta a la decisión de Milei. Aunque aún se desconoce si Maduro y DÃaz-Canel seguirán la misma estrategia, se espera una posible escalada de tensiones en las relaciones diplomáticas.
Este cambio en la diplomacia argentina no solo refleja una divergencia ideológica, sino que también plantea interrogantes sobre el papel de Argentina en escenarios internacionales donde estos regÃmenes han buscado respaldo. La evolución de las relaciones diplomáticas y las posibles reacciones de otros paÃses de la región serán temas a seguir en los próximos meses.