El incremento de precios de los alimentos no fue el foco central de la significativa subida de la inflación en octubre, que alcanzó un 8,3%, según informó recientemente el Indec.
Foto : Rosario 3
A pesar de no liderar el ranking de incrementos, que estuvo encabezado por sectores como comunicación (12,6%), prendas de vestir y calzado (11%), y equipamiento y mantenimiento del hogar (10,7%), el aumento en alimentos fue considerable, alcanzando el 7,7%. Este aumento se produjo después de dos meses de incrementos pronunciados, con productos como arroz y fideos experimentando aumentos superiores al 30%, y alimentos estacionales, como la lechuga, incrementándose en un 40%.
Sin embargo, a diferencia de septiembre y agosto, los alimentos salieron del foco central de la atención, y esto se atribuye a la estabilidad en la evolución del tipo de cambio oficial. La industria alimentaria sigue de cerca la marcha del dólar oficial, y la ausencia de cambios significativos en octubre (permaneció en $350) contribuyó a moderar la velocidad de aumento de precios.
En este contexto, la industria alimentaria, fundamental en la economía de Rosario, sigue con atención lo que pueda suceder con el dólar después del balotaje. La posible devaluación gradual anunciada por el ministro de Economía y candidato, Sergio Massa, podría ayudar a mantener los precios con incrementos más contenidos, siempre y cuando el tipo de cambio oficial no se dispare.
No obstante, en las fábricas de alimentos se destaca lo que consideran como "inflación retenida". Desde julio, cuando el gobierno estableció nuevos acuerdos de precios con industriales y supermercados, los precios se han ajustado en promedio al 5% mensual, mientras que las tasas de interés, la inflación general y la devaluación han aumentado más significativamente. Esto genera que, dentro del grupo de precios controlados, haya muchos valores desfasados en comparación con los costos productivos.
Además, otros factores, como el cerrojo importador, también afectan la formación de precios. Industriales del sector advierten sobre la escasez de insumos en las plantas, afectando la producción y generando faltantes en las góndolas. La continuidad de las restricciones a las importaciones, que se ha intensificado en las últimas semanas, agrega presión sobre cómo el próximo gobierno abordará la creciente deuda por el pago de importaciones.
Mientras tanto, las industrias alimentarias informan que el consumo no ha disminuido en comparación con los volúmenes de los últimos meses, aunque reconocen que la situación dista de ser ideal. A medida que los precios suben, se siguen generando diferencias entre canales comerciales, ya que los precios acordados se encuentran principalmente en grandes superficies, mientras que en comercios de cercanía los precios están más ajustados a los costos reales, generando brechas del 40% por el mismo producto en distintos canales de venta.