Tras un comienzo marcado por la tensión, el Senado retoma este jueves el debate sobre la reforma laboral. El oficialismo busca acelerar el plenario de comisiones para conseguir un despacho favorable entre hoy y mañana, con el objetivo de sesionar la semana próxima.
Negociaciones contrarreloj y la mediación con la CGT
El plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social, y de Presupuesto y Hacienda, comenzó su actividad con la mirada puesta en la "letra fina" del proyecto. Las discusiones se dan en un marco de intensas gestiones políticas para destrabar los puntos más conflictivos de la iniciativa oficialista.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se consolidó como la principal interlocutora de la Casa Rosada en el Congreso. Bullrich mantiene conversaciones informales con la CGT para acercar posiciones, lo que generó breves demoras en el inicio de la jornada legislativa de este jueves.
"El objetivo es liquidar las presentaciones en unas pocas horas para que los senadores puedan analizar y debatir entre ellos la ley", confiaron fuentes parlamentarias. De esta manera, el Gobierno busca acortar los tiempos de exposición y pasar directamente a la firma del dictamen.
La hoja de ruta para el dictamen
A diferencia de las primeras jornadas, donde el protagonismo fue de los referentes sindicales, el cronograma de hoy incluye a representantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), asociaciones de abogados, entidades bancarias y magistrados.
Esta estrategia busca aportar una visión técnica y jurídica que permita blindar el texto ante posibles reclamos judiciales futuros. El oficialismo necesita que las comisiones emitan su veredicto antes del viernes para asegurar que el tema llegue al recinto tras el feriado de Navidad.
La intención del bloque de La Libertad Avanza (LLA) es agotar las instancias de consulta durante la mañana. Esto dejaría el margen necesario para que los legisladores discutan los cambios finales en el articulado antes de pasar la hoja a la firma.
Los números en el Senado: el peso de los bloques dialoguistas
El éxito del oficialismo depende de una aritmética ajustada. Cada una de las dos comisiones intervinientes cuenta con 17 integrantes: cinco corresponden a LLA, cinco al kirchnerismo y siete pertenecen a los bloques denominados "dialoguistas".
Para avanzar con el dictamen, el Gobierno requiere sumar al menos cuatro de esos siete votos independientes en cada comisión. Los nombres clave en esta negociación incluyen a los radicales Eduardo Vischi, Rodolfo Suarez y Silvana Schneider, junto al peronista disidente Carlos "Camau" Espínola.
En el despacho de Presupuesto y Hacienda, la atención se centra en figuras como Alejandra Vigo (Unidad Federal) y la tucumana Beatriz Ávila. Si el oficialismo logra amalgamar estas voluntades en las próximas horas, la reforma laboral tendrá el camino despejado para su tratamiento final en el recinto.
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