Rosario Central consiguió un triunfo vital de 2 a 1 contra Vélez en el estadio José Amalfitani de Liniers, superando días amargos marcados por el doloroso fallecimiento de Miguel Ángel Russo. El "Canalla" no solo logró romper una racha negativa de no ganar en esa cancha desde 2009, sino que dio un salto enorme en las tablas, asegurando su lugar en la Copa Sudamericana y afianzándose en la cima de la tabla general, lo que lo depositaría en la Supercopa Internacional y le otorga una buena diferencia para el ingreso a la Copa Libertadores. El equipo de Holan capitalizó sus "momentos", una de las frases célebres de Russo.
El Impacto de Russo y la Estrategia Táctica de Holan
El partido en Liniers se disputó en medio del profundo dolor por la pérdida de Miguel Ángel Russo, cuyo mandamiento de hacer del resultado un culto, con su histórica frase "El después es para siempre", resonó en el Amalfitani. En el primer cuarto de hora, fue Vélez quien impuso las condiciones, obligando al equipo de Holan a retrasar sus líneas y aguantar la parada. La única jugada clara local fue un cabezazo de Tomás Galván a los 9’ que terminó en una gran atajada de Broun.
El cambio de ritmo llegó a los 17 minutos, cuando Central aprovechó su momento. Di María mostró su jerarquía al asistir a Sández, cuyo centro terminó en el cabezazo implacable de Alejo Veliz para poner el 1-0. A partir de allí, el local, con sus jugadores visiblemente nerviosos, comenzó a pelearse con el árbitro Andrés Merlos. Central, inteligentemente, se paró de contraataque y se hizo más vertical.
Decisiones Clave, el Empate y la Agonía del Triunfo
El primer tiempo pudo haber terminado con una ventaja mayor para el "Canalla". Di María (a los 29’ y 39’) y Giménez (36’) desaprovecharon tres contragolpes. Como decía Russo, "Son decisiones", y Central decidió no ser protagonista, lo cual le resultó muy bien en la primera mitad.
Sin embargo, en el segundo tiempo, el equipo entró en otra frecuencia. Vélez se hizo amo y señor del partido y, tras un aviso de Galván con un tiro en el palo a los 50’, llegó el empate: Lanzini, con un golazo de tiro libre a los 51’, empardó las acciones. Sobre los 67 minutos, Holan modificó el esquema de un 4-4-1-1 a un 4-2-3-1, con el ingreso de Federico Navarro por Santiago López para ganar equilibrio en el mediocampo.
El Aura de Miguel y la Gloria Final de Ignacio Malcorra
Cuando el partido se encaminaba al 1-1 y Central se preparaba para "tomarle el gusto al punto", el aura de Miguel se hizo presente, en un guiño a su otra frase memorable: "Esto es Central". Cerca del final, y tras la salida por lesión de Broun, llegó un indiscutible penal a Coronel. Ignacio Malcorra se encargó de transformar la pena máxima en gol, sellando el 2-1 definitivo. De esta manera, Central sumó tres puntos que, parafraseando una vez más a su ídolo, confirman que "la gloria no tiene precio".
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