La estrategia de Javier Milei para consolidarse como el único líder nacional avanza con determinación, mientras el peronismo se encuentra en un estado de división y el PRO en plena retirada. En este escenario, el presidente busca absorber tanto a aliados como a opositores, en un movimiento audaz para reconfigurar el mapa político argentino. Paralelamente, Cristina Fernández de Kirchner, acorralada por la justicia, se aferra a su intento de preservar su poder e influencia dentro del Partido Justicialista.
El PJ atraviesa una profunda crisis. La reciente inhabilitación de Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia ha dejado un vacío, aunque la expresidenta ha solicitado una medida cautelar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para mantener sus aspiraciones electorales. La simbólica silla vacía en una reciente reunión del PJ, con un almohadón magenta, evidenció el sentimiento de lealtad hacia la figura de Cristina.
Sin embargo, en el seno del peronismo se gesta una discusión crucial sobre el futuro. La consigna es clara: "Si la pelea de septiembre es Milei contra kirchnerismo, perdemos". La necesidad de redefinir el eje y presentar un "nuevo peronismo, más amplio, renovado" es el camino que algunos sectores vislumbran como la única posibilidad de supervivencia en 2025 y como alternativa de cara a 2027. A pesar de la condena, Cristina no cede su liderazgo formal del PJ, pero la puerta al debate sobre una renovación ideológica se ha abierto.
Milei consolida su poder: la derecha avanza y el centro se desdibuja
Javier Milei parece haber alcanzado su principal objetivo: posicionarse como el único líder nacional. El espectro político ha experimentado un giro hacia la derecha, desplazando el eje y dejando a buena parte del PRO diluido. El centro político carece de representación efectiva, y una porción significativa del electorado ha optado por la abstención.
Con el PRO en retirada y el PJ en plena deliberación interna, Milei considera que es el momento propicio para avanzar y consolidar su hegemonía. En la provincia de Buenos Aires, Karina Milei y Sebastián Pareja han delineado una estrategia donde los miembros del PRO pueden integrar las listas de La Libertad Avanza, pero sin vestigios del partido amarillo. La marca LLA es innegociable, lo que podría llevar al PRO a perder su personería jurídica en futuras elecciones si acepta estas condiciones.
Esta misma táctica se extiende a las demás provincias. La ambición de Milei incluso ha llevado a ofertas extremas a gobernadores radicales, pidiéndoles que renuncien a compartir cartel. Una propuesta que la UCR, con presencia significativa en intendencias y la necesidad de proteger su personería jurídica, no puede aceptar.
A pesar de que el gobierno habría preferido un retraso en el fallo de la Corte sobre Cristina Kirchner, la sentencia no perjudica al oficialismo. Incluso, le abre una oportunidad de triunfo en la Tercera Sección electoral, un bastión kirchnerista.
No obstante, Cristina Kirchner no se rinde. Su movimiento de presentar una cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos busca tanto su habilitación para participar en septiembre y su libertad, como generar expectativas de un futuro, aunque sea más simbólico que real. La expresidenta no entregará fácilmente el control del territorio y la militancia a figuras como Axel Kicillof o Sergio Massa. Acorralada y al borde de una posible detención, la expresidenta resiste.
Economía: Milei celebra la baja de inflación mientras el mercado evalúa medidas
Mientras la arena política acapara los titulares, el gobierno de Milei celebra un logro económico significativo: la inflación se ubicó en 1,5 por ciento. Este resultado es atribuido a la drástica reducción del gasto público, la contención de la emisión monetaria, el atraso salarial, la disminución del consumo y el ancla cambiaria.
El equipo económico se concentra en consolidar la baja de la inflación y mantener el equilibrio fiscal y el precio del dólar. Para fortalecer las reservas, se optó por la emisión de bonos para obtener hasta 7000 millones de dólares antes de fin de año, y la firma de un préstamo repo por 2000 millones de dólares, ambos con sus respectivos intereses. Algunos economistas critican esta estrategia, señalando que las reservas se "alquilan" en lugar de "comprarse", exponiendo al país a posibles corridas.
Otra medida en estudio en la Cámara de Diputados es la exteriorización de capitales, buscando atraer los "dólares del colchón". Sin embargo, este proceso avanza con lentitud. El gobierno ha puesto sus esperanzas en la clase media, ofreciendo un "tapón fiscal" a quienes exterioricen, pero excluyendo a grandes contribuyentes y monotributistas.
Finalmente, esta semana se permitió el ingreso y salida de capitales especulativos externos sin plazo de permanencia, siempre y cuando se inviertan en bonos. Todas estas acciones económicas se subordinan al objetivo principal de Milei: aplacar el "fantasma de la inflación" que tanto preocupa a los argentinos.
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