La Apuesta Arriesgada de Trump: Ataques a Irán Desatan Tensión Global y Ponen a Prueba su Presidencia

El presidente estadounidense, Donald Trump (Foto: AP)
 

La presidencia de Donald Trump se encuentra en una encrucijada crítica tras la contundente ofensiva militar estadounidense contra tres plantas nucleares en Irán. Esta acción, que su vicepresidente, J. D. Vance, insistió en definir como un ataque al "programa nuclear" iraní y no una "guerra", ha roto con la promesa central de Trump de evitar nuevos conflictos bélicos en Medio Oriente, una postura que siempre cuestionó en las guerras de Irak y Afganistán.

El analista político Erick Fajardo, radicado en Estados Unidos, advirtió a TN que Trump "se juega todo, se juega absolutamente todo", y que esta decisión ha generado una "disonancia con la marca de MAGA (Make America Great Again), que rechaza los conflictos que no son de interés estratégico de los Estados Unidos".

Irán Advierte con Represalias y Amenaza un Estrecho Vital

La reacción de Irán no se hizo esperar. El presidente Masud Pezeshkian, en diálogo con su par francés, Emmanuel Macron, afirmó que "los estadounidenses tienen que recibir una respuesta a su agresión", según la agencia oficial de noticias Irna. El Parlamento iraní fue más allá, solicitando oficialmente el cierre del estratégico "Estrecho de Ormuz", por donde circula casi el 30% del tráfico mundial de petróleo. Esta medida, de concretarse, podría disparar el precio del barril a valores inéditos y paralizar el comercio de crudo desde países clave como Arabia Saudita y Kuwait.

Aunque su arsenal bélico se ha visto debilitado por los recientes bombardeos israelíes, Irán aún posee la capacidad de causar daño. Estados Unidos mantiene decenas de miles de soldados y su 5ª Flota estacionada en Bahréin, además de bases permanentes en Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Expertos alertan que Irán podría atacar objetivos petroleros sauditas, como ya ocurrió en 2019, o recurrir a sus grupos proxy, como los rebeldes hutíes en Yemen, para perpetrar ataques.

Sin embargo, el gobierno de los ayatolás se encuentra cada vez más acorralado y solo, habiendo perdido a su aliado sirio con la caída de Bashar Al Assad. A pesar de mantener lazos con Rusia y China, milicias como la libanesa Hezbollah y Hamas en Gaza han sido diezmadas por meses de conflicto con Israel, limitando sus opciones de represalia directa. A mediano plazo, si el régimen iraní sobrevive, podría retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear y reanudar su programa nuclear sin supervisión internacional.

Impacto en la Presidencia de Trump y la Advertencia del Pentágono

La decisión de Trump ha sumergido a Estados Unidos de lleno en un conflicto que el influyente diario The Washington Post describió como de "profundas consecuencias" para su presidencia. El periódico plantea dos escenarios: si Irán es lo suficientemente debilitado como para no tomar represalias significativas, Trump "habrá asestado un golpe a un viejo adversario que enviará un mensaje a China, Rusia y otros rivales globales de que no dudará en usar la fuerza militar cuando sea necesario".

No obstante, la segunda opción es la más inquietante: que Irán contraataque con su arsenal restante, sus grupos proxy o su capacidad probada para atacar intereses estadounidenses o israelíes en el mundo, como la ya conocida conexión con el atentado a la AMIA en Argentina. Esto "abrirá la puerta a un conflicto mucho más profundo y potencialmente más prolongado", una perspectiva que ya está generando indignación entre algunos de sus seguidores, preocupados por una nueva y extensa guerra en Medio Oriente.

J. D. Vance, vicepresidente de Estados Unidos, fue enfático al aclarar que la ofensiva militar "retrasó considerablemente el programa nuclear iraní", asegurando que "pasarán muchos años antes de que los iraníes puedan desarrollar un arma nuclear". Vance reveló que la decisión de Trump se tomó tras evaluar la falta de "buena fe" de Irán en las negociaciones, y que esta acción podría "reiniciar esta relación" y poner a Irán en una posición "donde pueda decidir no ser una amenaza para sus vecinos y no ser una amenaza para Estados Unidos".

Por su parte, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, lanzó una dura advertencia a las autoridades iraníes: "cualquier represalia será respondida con un ataque mucho más poderoso." Hegseth afirmó que la ofensiva del sábado "devastó el programa nuclear iraní", pero aclaró que "no tuvo como objetivo un cambio de régimen". Recalcó que la operación fue un plan "que tardó meses y semanas para estar listos cuando el Presidente diera la orden", y que las evaluaciones iniciales indican "daños y destrucción extremadamente severos" en los tres sitios atacados.

La alarma ya resuena en Washington. Rosemary Kelanic, directora del programa para Medio Oriente de Defense Priorities, advirtió que "Estados Unidos corre un gran riesgo de verse arrastrado a otra guerra de cambio de régimen que podría hundirlo en Medio Oriente durante décadas". En contraste, Fajardo consideró que Trump "no tenía otra alternativa", ya que "la amenaza estaba ahí latente" desde hace 40 años con la intención de Irán de tener plena capacidad nuclear.