La tensión en Medio Oriente alcanzó un punto crítico este sábado con una serie de ataques aéreos que han puesto en alerta máxima a la región y a la comunidad internacional. Un nuevo lanzamiento de misiles por parte de Irán obligó a los ciudadanos israelíes a buscar refugio, con las sirenas sonando en ciudades clave como Tel Aviv y Haifa. La ofensiva dejó un saldo de al menos tres israelíes muertos y más de 70 heridos directos, además de decenas de personas asistidas por ansiedad o lesiones al buscar refugio.
El impacto más grave se registró en Tamra, al este de Haifa, donde un misil balístico iraní alcanzó una casa de dos pisos, provocando la muerte de tres personas y dejando 13 heridos. Horas antes, una mujer había fallecido y 13 resultaron heridas en un incidente similar cerca de Haifa. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la serie de ataques y autorizaron a la población a abandonar los refugios una vez controlada la situación, aunque los servicios de bomberos reportaron incendios en al menos dos edificios residenciales alcanzados por los proyectiles.
En respuesta a la ofensiva iraní, Israel no ha cesado sus acciones. El portavoz de las FDI, general de brigada Effie Defrin, informó que la Fuerza Aérea Israelí ha bombardeado sin descanso durante 40 horas, alcanzando más de 150 objetivos militares en Teherán y otras zonas de Irán. Entre los blancos atacados, Defrin destacó una instalación militar subterránea en el oeste de Irán utilizada para almacenar y lanzar misiles balísticos y de crucero, un sitio previamente revelado en un video de propaganda iraní donde aparecían altos mandos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) supuestamente fallecidos en bombardeos israelíes el viernes. Según Israel, estos ataques buscan "asestar golpes significativos" al "régimen terrorista asesino" y demostraron que "Teherán ya no es inmune".
La escalada ha generado una fuerte reacción internacional. El gobierno de Estados Unidos emitió un comunicado urgente pidiendo a sus ciudadanos que "abandonen Irán de inmediato", elevando su nivel de alarma al máximo. Se alertó sobre el cierre del espacio aéreo iraní y la imposibilidad de garantizar la seguridad en rutas terrestres. Mientras tanto, Elon Musk anunció la reactivación del servicio de Internet satelital Starlink en Irán, luego de que el gobierno iraní restringiera el acceso a la red durante los ataques israelíes a sus instalaciones nucleares.
Precisamente, el programa nuclear iraní se ha convertido en un punto central de la preocupación global. Israel afirmó que sus ataques tuvieron como objetivo "arrasar el programa nuclear de Teherán", centrando su ofensiva en sitios clave como Fordo, Isfahan y Natanz. Sin embargo, surgen dudas entre los expertos sobre el verdadero alcance de los daños. Si bien las autoridades israelíes aseguran haber "destruido infraestructura crítica" que permite el avance del programa de armas nucleares iraní, imágenes satelitales no muestran "daños significativos" en las instalaciones nucleares. Expertos como David Albright, del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, reportan "daños en Natanz" pero no en Fordo o Isfahan, y Jeffrey Lewis, del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, calificó los daños en Natanz como "moderados". El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, calificó la situación de "muy preocupante", aunque confirmó que no hay constancia de aumento de radiactividad fuera de las plantas, aunque sí detectó "contaminación química y radiológica dentro de la planta" de Natanz.
La situación se complejiza con la postura de la Casa Blanca, que emite "señales confusas". Aunque el presidente Donald Trump habría advertido a Netanyahu sobre la disposición de EE.UU. a atacar la planta nuclear subterránea de Fordo si Irán avanza hacia la bomba, funcionarios anónimos de la Casa Blanca dejaron trascender que el país no está dispuesto a participar en un ataque directo. Israel, por su parte, podría necesitar la ayuda de EE.UU. y sus bombas "antibunker" para eliminar por completo la capacidad nuclear subterránea de Irán.
En el plano diplomático, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, advirtió que no retomará el diálogo nuclear con Estados Unidos mientras continúen los ataques israelíes, en respuesta a la solicitud de su par francés, Emmanuel Macron, de retomar las negociaciones y la "máxima moderación". La escalada también provocó una conversación telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin, en la que el mandatario ruso expresó su "profunda preocupación" y condenó la ofensiva israelí contra Irán. La confirmación de la muerte de un asesor cercano del líder supremo de Irán, Ali Khamenei, en un ataque israelí, añade más combustible a la ya explosiva situación. La comunidad internacional observa con alarma este enfrentamiento sin precedentes, que sumerge a Medio Oriente en un futuro incierto.
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