Una innovadora medicación para el tratamiento del infarto agudo de miocardio (IAM) con elevación del segmento ST (IAMCEST), la forma más grave de ataque cardíaco, ya se encuentra disponible en Argentina. Este avance representa un gran paso en la atención oportuna de una emergencia médica que, en hasta el 40% de los casos, es fatal antes de que la persona llegue al hospital.
“Esta nueva opción llega para simplificar y mejorar la forma en que actuamos ante un infarto. Su administración rápida y segura permite ganar tiempo donde más importa: en los primeros minutos”, explicó el Dr. Ernesto Duronto, médico cardiólogo, Director asociado de la Revista Argentina de Cardiología de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y Jefe de Unidad Coronaria y del Departamento de Docencia e Investigación en la Fundación Favaloro.
La medicación es tenecteplasa, un fibrinolítico de tercera generación cuya función es disolver el coágulo que obstruye una arteria coronaria, restableciendo así el flujo sanguíneo al corazón. A diferencia de otros tratamientos, se administra en una sola dosis intravenosa en menos de 10 segundos, lo que posibilita su uso incluso en ambulancias o en centros de complejidad baja o media.
Este fármaco se recomienda como elección inicial para la reperfusión en pacientes con IAMCEST cuando no es posible realizar una angioplastia dentro de los 90 a 120 minutos desde el primer contacto médico. Su efectividad para lograr un flujo coronario adecuado es del 85%.
Cada minuto que transcurre sin tratamiento durante un infarto incrementa el daño al corazón. En Argentina, solo el 30% de los pacientes accede a una angioplastia dentro de los tiempos recomendados. Muchos otros deben esperar más de 3 horas para recibir atención especializada, un retraso que eleva la mortalidad y las secuelas a largo plazo, como la insuficiencia cardíaca o el shock.
El abordaje temprano con fibrinolíticos es crucial para solucionar este problema, ya que permite iniciar el tratamiento de inmediato en el lugar donde se encuentra el paciente, sin necesidad de esperar una derivación. Estudios internacionales, como el STREAM, han demostrado que esta estrategia de tratamiento rápido puede ser tan efectiva como la angioplastia –e incluso superior– si se inicia de manera temprana.
“El infarto no espera, si no podemos trasladar a tiempo al paciente para el tratamiento, ahora el tratamiento puede realizarse de manera inmediata”, enfatizó el Dr. Gerardo Zapata, médico cardiólogo, expresidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y Jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Rosario.
Redes de atención del infarto
Los fibrinolíticos se consolidan como un componente central en la estrategia denominada fármaco-invasiva, recomendada para países como Argentina, con grandes distancias y acceso desigual a centros de alta complejidad. Esta estrategia implica administrar la medicación al momento del diagnóstico y luego trasladar al paciente a un hospital con capacidad para realizar una angioplastia, entre 2 y 24 horas después.
Para ello, es esencial fortalecer las redes de atención del IAM, que coordinan –a través de protocolos específicos– los procedimientos para la tarea de ambulancias, hospitales y equipos médicos, permitiendo actuar rápidamente según la ubicación del paciente. Estas redes optimizan los tiempos de atención y ofrecen tratamientos eficaces incluso en zonas rurales o alejadas de los grandes centros urbanos.
“El infarto de miocardio sigue siendo una de las principales causas de muerte en el país. La llegada de tenecteplasa representa una nueva herramienta para revertir esta situación y reducir las brechas en el acceso a tratamientos eficaces. El objetivo es claro: que todos los pacientes, sin importar dónde estén, tengan la misma oportunidad de recibir atención de calidad y sobrevivir a un infarto”, concluyeron los especialistas.
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