La Corte Suprema Confirma Condena a Lázaro Báez en la "Ruta del Dinero K"

Buenos Aires, 29 de mayo de 2025 - La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha confirmado la condena contra el empresario Lázaro Báez en la resonante causa conocida como "la ruta del dinero K". Báez fue hallado culpable del delito de "lavado de activos agravado" por un monto de 55 millones de dólares, presuntamente blanqueados entre 2010 y 2013 a través de la financiera SGI, popularmente conocida como "La Rosadita".

La decisión del máximo tribunal no fue unánime entre sus miembros originales, lo que obligó a la intervención de conjueces. Tras un sorteo, Mariano Lozano, juez de la Cámara Federal de General Roca, y Ramón González, de la Cámara Federal de Corrientes, se sumaron para dirimir el caso. Los cuatro jueces que participaron en la resolución coincidieron en considerar "inadmisible" el planteo presentado por las defensas, aplicando el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. El juez Carlos Rosenkrantz, en disidencia, propuso la intervención de la Procuración General de la Nación para que dictaminara sobre los argumentos de la defensa.

La Corte también desestimó una serie de recursos presentados por la expresidenta Cristina Kirchner, que cuestionaban la investigación reabierta en su contra y la actuación de los jueces intervinientes. El máximo tribunal argumentó que estos recursos no se dirigían contra una sentencia definitiva o equiparable. Cabe destacar que la exjefa de Estado no formó parte del juicio en esta causa y su situación aún se evalúa en etapa de instrucción, luego de que un sobreseimiento dictado por la fiscalía y el juez Sebastián Casanello fuera impugnado por una ONG que obtuvo el rol de querellante.

La causa se originó en 2013, a raíz de un informe periodístico emitido en el programa PPT de Jorge Lanata. En el informe se denunciaba que Lázaro Báez, empresario allegado a Néstor Kirchner y uno de los principales proveedores de obra pública en Santa Cruz, había expatriado 55 millones de dólares mediante complejas maniobras financieras a cuentas en Suiza. Las declaraciones de Federico Elaskar y Leonardo Fariña, obtenidas a través de una cámara oculta, fueron clave en el inicio de la investigación.

La causa tomó un nuevo impulso en 2016 con la difusión de un video que mostraba al hijo de Lázaro Báez contando billetes en la financiera SGI, "La Rosadita". A raíz de estas imágenes, el juez Casanello ordenó en abril de 2016 la detención de Lázaro Báez y su contador Daniel Pérez Gadín, por riesgo de fuga. El abogado Jorge Chueco también fue arrestado cuando intentaba huir a Paraguay.

La investigación judicial estableció que existió una organización criminal que, entre diciembre de 2010 y abril de 2013, llevó a cabo maniobras de lavado de dinero proveniente principalmente del manejo de la empresa Austral Construcciones, dirigida por Báez. Estas operaciones se realizaron a través de la financiera SGI, mediante un complejo entramado que operó tanto en Argentina como en el exterior, logrando la expatriación de fondos de origen ilícito por un total de 54.872.866,69 dólares.

Según se determinó, el dinero depositado en el extranjero ingresaba a cuentas de diversos bancos internacionales, generalmente en plazas con bajos controles fiscales, a nombre de otras personas jurídicas. Posteriormente, se adquirían bonos de deuda pública que eran liquidados en el mercado local, simulando una multimillonaria inversión de una empresa fiduciaria suiza para adquirir acciones de Austral Construcción S.A. (ACSA).

Además del conocido capítulo de "La Rosadita", el tribunal consideró acreditadas otras maniobras de lavado de dinero, como la adquisición de una estancia en Mendoza ("El Carrizalejo") y un departamento en la Ciudad de Buenos Aires (en Avenida Del Libertador) por parte de Leonardo Fariña. También se incluyeron los pagos de los gastos de la fiesta de casamiento de Fariña con la modelo Karina Jelinek y la compra de vehículos de lujo como una Ferrari California, un BMW X6 y un Audi R8 Syder, con la intervención de Carlos Juan Molinari y Daniel Alejandro Bryn.