La creciente preocupación de los usuarios por el encarecimiento del hardware de PC y consolas encuentra eco en la voz de John Carmack, leyenda de la industria y fundador de iD Software. Su perspectiva es clara: la solución a la necesidad constante de hardware de última generación reside en una optimización exhaustiva del software.
La reflexión de Carmack surge a raíz de un ejercicio mental propuesto por Laurie, investigadora de Google, quien planteó en la red social X un escenario hipotético donde la humanidad olvidara cómo fabricar CPUs, debiendo subsistir únicamente con el hardware existente.
Carmack se sumó a esta distopía tecnológica, ofreciendo una visión reveladora: "Una mayor parte del mundo de lo que muchos imaginan podría funcionar con hardware obsoleto si la optimización del software fuera realmente una prioridad". Además, añadió que la escasez de recursos computacionales, reflejada en las señales de precios del mercado, impulsaría esta optimización.
Esta visión contrasta directamente con la situación actual, donde Carmack percibe una notable falta de optimización en el software a diversos niveles. Cita como ejemplo los elevados requisitos de memoria de Windows 11, así como la dificultad de los juegos modernos para alcanzar un rendimiento fluido incluso en equipos de alta gama, dependiendo en muchos casos de tecnologías de inteligencia artificial para funcionar correctamente.
Según Carmack, esta deficiente optimización del software alimenta un ciclo de renovación de hardware más frecuente de lo necesario, contribuyendo directamente al aumento de los precios que tanto preocupan a los consumidores.
En su análisis, Carmack sugiere que la clave para aliviar la presión sobre los bolsillos de los usuarios y extender la vida útil del hardware radica en priorizar la optimización del software. Sin embargo, lamenta que, en el panorama actual, esta solución no parece ser una prioridad para la industria.
La creciente preocupación de los usuarios por el encarecimiento del hardware de PC y consolas encuentra eco en la voz de John Carmack, leyenda de la industria y fundador de iD Software. Su perspectiva es clara: la solución a la necesidad constante de hardware de última generación reside en una optimización exhaustiva del software.
La reflexión de Carmack surge a raíz de un ejercicio mental propuesto por Laurie, investigadora de Google, quien planteó en la red social X un escenario hipotético donde la humanidad olvidara cómo fabricar CPUs, debiendo subsistir únicamente con el hardware existente.
Carmack se sumó a esta distopía tecnológica, ofreciendo una visión reveladora: "Una mayor parte del mundo de lo que muchos imaginan podría funcionar con hardware obsoleto si la optimización del software fuera realmente una prioridad". Además, añadió que la escasez de recursos computacionales, reflejada en las señales de precios del mercado, impulsaría esta optimización.
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