Esto no va a quedar así", le dijo Anteojito Gauna al fiscal Franco Carbone durante una audiencia en la que fue imputado como tiratiros del Peruano Rodríguez Granthon.
Nazareno Uriel Gauna, conocido como “Anteojito”, fue condenado a una pena única de 18 años y 10 meses de prisión, tras un acuerdo de juicio abreviado en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Acusado de ser un gatillero al servicio de importantes líderes narcos, como Ariel "Viejo" Cantero, Julio "Peruano" Rodríguez Granthon, y Nelson "Pandu" Aguirre, Gauna también fue declarado reincidente por su historial delictivo.
En la audiencia, Gauna aceptó una condena inicial de 15 años y 10 meses por delitos como asociación ilícita, amenazas, intimidación pública y un intento de homicidio por encargo. Esta pena fue unificada con una condena previa de 3 años por encubrimiento y amenazas. Los fiscales Franco Carbone y Federico Rébola acordaron el fallo con el abogado defensor de Gauna, el cual fue homologado por los jueces Rodrigo Santana, Pablo Pinto y Gonzalo López Quintana.
Amenazas al fiscal durante la audiencia
El nombre de “Anteojito” tomó relevancia pública en diciembre de 2022, cuando, durante una audiencia por Zoom, amenazó al fiscal Franco Carbone diciendo: “Que el fiscal Carbone deje de hablar al pedo. Esto no va a quedar así”. Estas declaraciones generaron preocupación en el Colegio de Magistrados, que denunció los riesgos que enfrentan los fiscales en estos casos.
Vínculos con el mundo narco
Según la condena, Gauna fue pieza clave en varias organizaciones criminales. Primero, trabajó como tiratiros para Rodríguez Granthon, quien lideraba su red desde la cárcel de Ezeiza, cometiendo extorsiones y balaceras. Más tarde, se convirtió en el "brazo ejecutor" de Pandu Aguirre, líder de una célula delictiva vinculada al Viejo Cantero, líder histórico de Los Monos. Desde la casa del matrimonio Cantero, en el barrio Vía Honda, Gauna recibía órdenes, coordinaba ataques, y gestionaba cobros extorsivos.
A mediados de diciembre de 2021, Gauna comenzó a operar como líder de su propia subestructura criminal en los barrios Vía Honda y Triángulo, dejando de depender directamente de Aguirre.
Extorsiones y balaceras
Entre los hechos delictivos adjudicados a Gauna se encuentra una extorsión de 39.000 pesos a una familia en noviembre de 2021, tras varios actos intimidatorios. Además, coordinó balaceras en escuelas y estaciones de servicio. Entre ellas, los ataques a las escuelas Crisol y Santa Isabel de Hungría el 14 de noviembre de 2021, en plena jornada electoral. También planificó y ejecutó los tiroteos contra la estación La Blanca, en Ovidio Lagos al 4900, y la Axion, en San Martín y Saavedra, el 12 de noviembre del mismo año.
Por último, Gauna fue responsabilizado de un intento de homicidio en un punto de venta de drogas en Vía Honda, conocido como “El Arco”. Allí, un joven resultó herido tras un ataque ordenado por Pandu Aguirre, por el cual Gauna recibió una suma de dinero.
Evidencias en su contra
La investigación incluyó escuchas telefónicas donde Gauna afirmaba tener autorización directa del Viejo Cantero para operar: “El Ariel me dio el semáforo verde para que cobremos todos los negocios a nombre de él”. Estas pruebas, junto con las declaraciones de las víctimas y los antecedentes criminales, sustentaron la severa condena.
Con este fallo, las autoridades buscan enviar un mensaje contundente contra la violencia narco que azota a Rosario, un flagelo que sigue generando temor en la comunidad.