En una reciente encuesta realizada por Giaccobe y Asociados, el presidente Javier Milei enfrenta serias críticas respecto a algunas de sus principales promesas de campaña. La mayor asignatura pendiente, según el 70% de los encuestados, es la de "poner presos a los corruptos", con solo un 4,7% de opiniones favorables. De hecho, cuando se pidió definir el problema más importante de Argentina en una palabra, "corrupción" fue la respuesta dominante.
Otro punto de desaprobación relevante es el combate a las castas políticas, en el que un 48% se muestra en desacuerdo frente a un 18% de apoyo. Además, la esperada reactivación económica ha generado un 44% de opiniones negativas frente a un 20% de valoraciones positivas.
En cuanto a la lucha contra el narcotráfico, los rechazos duplican a las adhesiones, mientras un 34% lo califica de "regular". Por su parte, el intento de hacer más eficiente al Estado fue desaprobado por casi el 45% de los encuestados, aunque un 26% lo aprueba y un 33% lo considera regular.
Un repunte en la imagen presidencial
A pesar de estos puntos de crítica, la imagen pública del Presidente experimentó una recuperación este mes. La valoración positiva alcanzó el 50% –el mismo porcentaje que obtuvo al ganar el balotaje– y la negativa bajó al 40%, tras haber alcanzado su punto más bajo en mayo. Entre sus principales voceros, Manuel Adorni es quien tiene mejor posicionamiento, seguido por Victoria Villarruel, mientras que su hermana Karina Milei obtiene una imagen más negativa.
Por el lado de la oposición, el gobernador Axel Kicillof lidera la popularidad con 28 puntos, seguido por Mauricio Macri, Cristina Kirchner y Sergio Massa.
Expectativas económicas personales y el "balance negativo"
La encuesta también abordó la percepción de los ciudadanos sobre su situación económica. Solo un tercio indicó haber notado una mejoría, aunque en general esta se describe como lenta. Un 23% no ha experimentado cambios significativos, mientras que un 38% percibe un deterioro en su economía personal, balance que inclina el ánimo colectivo hacia una zona negativa.
Se le reconoce al Presidente algunos logros en ordenar la calle, achicar el Estado y combatir la inflación, pero la frustración por la falta de avances en temas como la corrupción y la eliminación de la casta política eclipsan, en general, los aciertos que sí se destacan de su gestión.