Donald Trump ha sido electo como el 47° presidente de Estados Unidos, imponiéndose sobre Kamala Harris en las recientes elecciones. Esta victoria, aunque prevista por muchos inversores, provocó reacciones alcistas inmediatas en el dólar y las acciones estadounidenses. Además, el control del Congreso por parte de Trump refuerza la tendencia positiva en los mercados.
Uno de los puntos clave es que en las próximas 48 horas, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunciará su decisión sobre la tasa de interés. En septiembre, la Fed hizo su primer recorte desde 2020, y muchos analistas esperan una reducción adicional de 25 puntos básicos este jueves, lo cual podría beneficiar a economías emergentes como la argentina, aunque el impacto dependerá de las políticas económicas que se implementen en Estados Unidos.
Impacto en Argentina de un nuevo mandato de Trump
La reelección de Trump podría traer cambios significativos para Argentina, particularmente en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La cercanía ideológica entre Trump y el presidente argentino, Javier Milei, hace pensar que Estados Unidos podría facilitar un acuerdo favorable para Argentina. Según el jefe de Estrategia de Inviú, Diego Martínez Burzaco, "si ganara Trump, eso alargaría un poco más el rally alcista" de los activos argentinos, que ya muestran cierta fortaleza a pesar de las fluctuaciones globales.
En esta línea, los analistas de Max Capital consideran que, aunque el FMI ya ha mostrado una disposición favorable hacia Argentina, "el monto y el adelanto de fondos serían más generosos si EE.UU. impulsara el apoyo", lo cual fortalece las expectativas locales.
Un dólar más fuerte, un desafío para Argentina
Sin embargo, un segundo mandato de Trump también podría complicar la estabilidad cambiaria en Argentina. Desde la consultora PPI advierten que las propuestas republicanas incluyen "tarifas agresivas a las importaciones y un recorte de impuestos interno". Esta política podría fortalecer el dólar y elevar las tasas de interés en EE.UU., lo que afectaría negativamente a los países emergentes. Para Argentina, esto significaría una presión adicional, ya que un dólar más fuerte suele correlacionarse con una baja en los precios de las materias primas, afectando principalmente las exportaciones agrícolas.
A esto se suma la posibilidad de una escalada en los conflictos comerciales entre EE.UU. y China. Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, señala que una nueva guerra comercial entre ambas potencias podría ser perjudicial para Argentina, ya que en 2018, durante la primera administración de Trump, la tensión comercial afectó seriamente las exportaciones argentinas y contribuyó a la crisis económica de ese momento.