Un año después del ataque de Hamas, Medio Oriente se asoma al abismo de una guerra total

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Milicianos hutíes en Yemen (Foto: EFE)

El 7 de octubre de 2023, con el amanecer, el ataque masivo de Hamas en el sur de Israel desató una nueva oleada de violencia en Medio Oriente. Hoy, un año después, la región sigue atrapada en una espiral de conflicto que podría desembocar en una guerra total entre Israel e Irán, con consecuencias impredecibles.

La brutal ofensiva de las milicias palestinas respaldadas por Irán dejó una herida abierta. Ya no se debate cuándo terminará el conflicto, sino cómo continuará esta lucha bélica, política y religiosa que tiene a Medio Oriente al borde de una guerra abierta desde hace décadas.

"El proyecto para la necesaria respuesta frente a una posible acción de los sionistas está totalmente preparado. Si Israel actúa, no hay duda de que el contraataque iraní se llevará a cabo", advirtió una fuente militar iraní, refiriéndose a la posibilidad de una intervención israelí, respaldada por Estados Unidos, tras el reciente ataque con 180 misiles iraníes sobre territorio israelí.

El conflicto ya ha evolucionado hacia una fase más peligrosa. "Existe la posibilidad de una confrontación total. La Primera Guerra Mundial demostró que las guerras pueden estallar por accidente. Estamos en una situación similar", explicó Jairo Lugo Ocando, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos.

Un año de violencia sin freno

Desde el inicio de la crisis, los enfrentamientos han escalado en varios frentes. Israel lloró la pérdida de 1200 vidas tras el ataque de comandos de Hamas, mientras decenas de rehenes, incluidos ocho argentinos, permanecen cautivos en Gaza. Las familias de los secuestrados, junto con otros sectores, han intensificado las protestas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu, exigiendo un cese al fuego.

Simultáneamente, Hezbollah lanzó una ofensiva desde el norte de Israel, lo que forzó la evacuación de 60,000 personas. Gaza, en tanto, fue devastada por la respuesta israelí, con más de 40,000 muertos, incluidos miles de niños, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas.

Los ataques aéreos sobre Israel no solo provinieron de Hamas y Hezbollah, sino también de grupos proiraníes como los hutíes y las facciones chiitas en Siria e Irak. En respuesta, Israel bombardeó diversas posiciones en Líbano, incluida Beirut, y lanzó una ofensiva terrestre en el sur del país, donde eliminó al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah.

En Cisjordania, el conflicto también se intensificó, con un creciente apoyo a Hamas y el debilitamiento de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las víctimas civiles y los actos de terrorismo han incrementado las tensiones, mientras las acusaciones cruzadas entre Israel y las autoridades palestinas se multiplican.

La intervención de Irán

Irán ha sido un actor clave en esta escalada. En abril de 2024, lanzó su primer ataque directo contra Israel, seguido de otro masivo el 1 de octubre. La respuesta israelí no se hizo esperar: la muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamas, en un atentado en Teherán, fue atribuida a los servicios de inteligencia israelíes.

La posibilidad de un enfrentamiento directo entre Israel e Irán es cada vez más real, pero la complejidad interna de Irán hace difícil prever el desenlace. "La gente cree que Irán es un actor homogéneo, pero en realidad hay tres sectores diferentes", explicó Lugo Ocando. Por un lado, está el presidente reformista Masoud Pezeshkian, por otro, el líder supremo, Ali Jamenei, y, finalmente, la Guardia Revolucionaria, que opera con independencia.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei (Oficina del líder Supremo de Irán vía AP)

La esperanza, según algunos analistas, radica en que Israel se contenga y que las potencias occidentales refuercen el liderazgo reformista en Irán, en un intento por reducir el apoyo de Teherán a sus grupos proxy.

Un callejón sin salida

Sin embargo, cualquier solución pasa por abordar de raíz el conflicto palestino. "No se puede mantener a tres millones de personas viviendo así", sentenció Lugo Ocando. La paz en la región sigue siendo un sueño lejano mientras la escalada de violencia amenaza con arrastrar a Medio Oriente a una guerra abierta que podría cambiar el mapa geopolítico global para siempre.

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