La Cámara de Diputados aprobó este martes la ley que establece el uso de la Boleta Única de Papel (BUP) para los cargos nacionales, la cual se implementará en las elecciones intermedias del año próximo. La iniciativa fue respaldada por una coalición compuesta por La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, logrando 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones.
El bloque de Unión por la Patria se posicionó en contra de la propuesta, como ya había anunciado, mientras que el Frente de Izquierda decidió abstenerse. Tras varias jornadas de negociaciones, se acordaron modificaciones introducidas por el Senado, que adoptó un modelo basado en el sistema mendocino y excluye el casillero para el voto a lista completa.
La semana pasada, las principales fuerzas de la oposición intentaron insistir en un texto aprobado en 2022 por la Cámara de Diputados, que seguía el modelo cordobés y contemplaba la opción de votar lista completa. Sin embargo, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, se encontró con la resistencia de los gobernadores de Río Negro, Misiones y Salta, con quienes el oficialismo había acordado previamente en el Senado.
Pamela Calletti, jefa de Innovación Federal y líder del interbloque que representa a estas provincias, amenazó con dejar sin quórum la sesión si no se respetaban sus demandas. Dada la falta de garantías numéricas para insistir en la media sanción original, la Jefatura de Gabinete decidió intervenir, optando por la versión del Senado.
El proyecto aprobado propone concentrar toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel, dividida en filas para cada categoría de cargos y columnas para las distintas agrupaciones políticas. Cada elector podrá seleccionar solo una opción por categoría; de marcar más de una, el voto se considerará nulo, y si no selecciona ninguna, se contabilizará como voto en blanco. No se incluirá un casillero específico para el voto en blanco, y si una agrupación no presenta candidatos en alguna categoría, se indicará “No presenta candidato”.
La BUP incluirá los nombres de los primeros cinco candidatos de la lista de diputados nacionales y fotografías a color de los dos primeros, siguiendo la ley de paridad de género. En el caso de senadores, se presentarán con foto los dos candidatos titulares, así como el candidato a presidente y vicepresidente. Las listas completas de candidatos deberán ser publicadas en carteles visibles en cada cabina de votación.
Durante el debate, Nicolás Mayoraz (La Libertad Avanza) expresó su satisfacción por el avance del tema, que había estado “dormido” en el Senado. También criticó la preocupación del kirchnerismo por los efectos de la ley en el presupuesto, afirmando que “realmente me conmueve” ver esta postura.
El diputado de Unión por la Patria, Carlos Castagneto, pidió al presidente Javier Milei que “vete” la ley, argumentando que es perjudicial para la democracia. Recordó que el actual sistema electoral ha estado en vigor durante 40 años sin denuncias de fraude, asegurando que esta reforma podría “destruir los partidos políticos”.
Victoria Tolosa Paz, otra diputada del mismo bloque, anticipó que la implementación de la BUP complicaría el proceso electoral y aumentaría el voto en blanco y nulo. Eduardo Valdés advirtió que el nuevo sistema costará significativamente más que el actual, y cuestionó la falta de evaluación de impacto fiscal en el proyecto.
En contraste, la diputada del PRO, Sabrina Ajmechet, defendió la reforma como una medida para mejorar la transparencia y la accesibilidad del voto, señalando que “no importa donde esté, que nunca le falte la boleta que quiere votar”. Karina Banfi, del radicalismo, celebró el acuerdo pluripartidario, aunque lamentó la ausencia del casillero para lista completa.
Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica, enfatizó la necesidad de la BUP por su capacidad de garantizar mayor transparencia y menor impacto ambiental. La diputada Silvia Lospennato concluyó señalando que la nueva ley eliminará prácticas corruptas relacionadas con la boleta partidaria y resaltó el ahorro que representará para el país.
Así, la Cámara de Diputados ha dado un paso significativo hacia la modernización del sistema electoral argentino, aunque el debate sobre su efectividad y consecuencias continúa vigente entre los diferentes sectores políticos.
