Dos viviendas ubicadas en el barrio Santa Lucía, en el oeste de Rosario, fueron selladas con cemento y ladrillos por orden del gobierno provincial, tras ser vinculadas a los asesinatos que conmocionaron a la ciudad en marzo pasado. Estos inmuebles, situados en La República al 2100 y en Misiones al 2200, aparecieron en la investigación de los homicidios de Marcos Daloia, chofer de la Línea K, y Bruno Bussanich, playero de una estación de servicio. Según las autoridades, las casas podrían ser demolidas si se comprueba que también fueron utilizadas para la venta de drogas.
El operativo realizado la mañana de este jueves dejó "inhabilitadas" ambas viviendas. En el lugar estuvieron presentes los fiscales encargados de las investigaciones, Patricio Saldutti y Adrián Spelta, junto con Franco Carbone, quien solicitó la inhabilitación de las propiedades. También participó el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Omar Pereira, quien calificó estos domicilios como "fundamentales para el trabajo de la Justicia hoy".
La primera de estas viviendas, ubicada en La República al 2100, era ocupada por José Mauricio Maturano, quien está prófugo y es señalado como coautor del asesinato de Marcos Daloia. Según las investigaciones, Maturano manejaba la moto utilizada en el crimen, ocurrido el pasado 7 de marzo en la intersección de Mendoza y México, en el barrio Belgrano. Su pareja, Joana García, se entregó el 27 de julio y está acusada de haber proporcionado el arma y una nota amenazante al menor que mató a Bussanich el 9 de marzo en una estación de servicio en Mendoza al 7600.
"Este lugar se allanó y García se encontraba, pero hasta ese momento no teníamos la vinculación porque no había declaración del menor", explicó el fiscal Spelta, quien agregó que la investigación los llevó a la propiedad en Misiones al 2200, donde el adolescente de 15 años, identificado con las iniciales D. G., recibió el arma para el asesinato de Bussanich.
Axel Uriel Rodríguez, alias "Franco", fue el primero en ser identificado en la casa de Misiones. Con prisión domiciliaria y tobillera electrónica por un homicidio anterior, Rodríguez está acusado de ser el organizador de ambos asesinatos y de mantener contacto entre los líderes narcos encarcelados y los ejecutores de los crímenes.
La propiedad de La República fue identificada tras rastrear la moto utilizada en el asesinato de Daloia. Este vehículo había sido incautado en otra vivienda en Nicaragua al 2200, donde uno de los detenidos afirmó que la moto había sido llevada allí por "el papá de Lucía", en referencia a Maturano. Días antes de los asesinatos, el domicilio de Maturano había sido blanco de una balacera el 24 de febrero, lo que también contribuyó a ubicar su residencia.
Finalmente, Joana García fue detenida en la vivienda de La República y está imputada como partícipe necesaria en uno de los crímenes. La investigación sigue su curso, mientras las autoridades evalúan el futuro de estas viviendas, que podrían ser demolidas si se confirma su vinculación con la venta de drogas.
