La Confederación General del Trabajo (CGT) está a punto de adoptar una postura más radical contra el Gobierno y está evaluando la posibilidad de convocar un nuevo paro general. Este movimiento surge tras el fracaso del sector dialoguista de la CGT en su intento de frenar la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei y la falta de ajustes en el mÃnimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
En respuesta a estos eventos, la CGT convocará a una reunión de mesa chica y a un plenario federal de secretarios generales para replantear su estrategia. El descontento entre las bases sindicales está en aumento, y el ala dura de la central, liderada por Pablo Moyano, está presionando por un tercer paro general durante la presidencia de Milei.
El descontento también se reflejó en la participación de la CGT y las dos CTA en la peregrinación a San Cayetano, manifestando su frustración ante la reforma laboral del oficialismo. Los sindicatos critican estas reformas, que consideran perjudiciales para los derechos laborales.
A pesar de los esfuerzos del sector dialoguista por mantener un enfoque moderado, realizando reuniones con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y solicitando un ajuste en el Impuesto a las Ganancias, el Gobierno no atendió estas demandas. La falta de respuesta llevó a una serie de amparos judiciales y una solicitud ante la Corte Suprema para que se declare la inconstitucionalidad del impuesto.
La CGT también se mostró insatisfecha con el aumento definido en el Consejo del Salario, que se alineó con la propuesta empresarial y no con las demandas de los gremios. Esta serie de eventos ha llevado a la central a concluir que el Gobierno prefiere imponer sus decisiones en lugar de negociar.
La CGT y las dos CTA se sumaron a la marcha de San Cayetano contra el gobierno de Javier Milei, con la consigna "pan, paz, tierra, techo y trabajo"(Foto: Juan Pablo Chaves/TN).
El rechazo de la CGT a la mesa de diálogo tripartito, sin la participación sindical, ha debilitado esta iniciativa dentro del Consejo de Mayo. Héctor Daer, uno de los lÃderes de la CGT, expresó que no están dispuestos a negociar la pérdida de derechos, destacando que no se están abordando temas importantes como la producción.
En este contexto, la influencia del ala dura de Moyano dentro de la CGT sigue creciendo. Sin embargo, la crisis en el Partido Justicialista, provocada por la denuncia de violencia de género contra Alberto Fernández, podrÃa retrasar la decisión sobre la convocatoria del paro general.
