El Banco Central (BCRA) ha reducido la tasa de política monetaria en 10 puntos porcentuales, estableciéndola en un 50%. Este último recorte se suma a una serie de ajustes, con un total de 83 puntos porcentuales desde la asunción de Javier Milei como presidente de la entidad.
El presidente del Banco Central, Santiago Bausili. (Foto: Matías Baglietto/Reuters).
Por: REUTERS
En un comunicado, el BCRA dirigido por Santiago Bausili explicó que esta decisión se basa en el contexto financiero y de liquidez, así como en el ajuste rápido de las expectativas de inflación y el fortalecimiento del ancla fiscal. Además, se considera el impacto contractivo derivado de la estacionalidad en los pagos externos del Tesoro.
Javier Milei había anticipado esta medida, destacando que la baja de tasas incentivaría a los bancos a financiar al Tesoro en lugar de tomar deuda contra el Banco Central. Esta estrategia apunta a limpiar el balance del Banco Central y fortalecer las finanzas públicas.
El economista Federico Furiase señaló que el último recorte reduce la emisión por intereses en $283.000 millones mensuales, pero advirtió que la caída de la tasa nominal es más lenta que el desplome de las expectativas de inflación, lo que sugiere una tasa real positiva a futuro.
La reducción de la tasa de interés tendrá repercusiones en diversos instrumentos financieros. Los plazos fijos, aunque ya no tienen un rendimiento mínimo regulado, verán disminuir sus tasas en línea con el recorte del BCRA. Se espera que los bancos ofrezcan alrededor del 40%, en comparación con el aproximadamente 50% previo.
Además, se anticipa un impacto en los rendimientos de los fondos comunes de inversión, especialmente aquellos de corto plazo como los ofrecidos por las billeteras virtuales. Estos instrumentos ya habían sido afectados por recortes anteriores de la tasa de referencia y por requerimientos de encaje establecidos por el BCRA.
En resumen, la baja de la tasa de interés del Banco Central busca estimular el financiamiento al Tesoro y tiene implicaciones directas en los rendimientos financieros, afectando a instrumentos como los plazos fijos y los fondos comunes de inversión.