El fin de semana en Rosario estuvo marcado por una nueva ola de violencia que despertó preocupación en las autoridades locales y provinciales. Mientras el intendente Pablo Javkin sugiere que estos actos tienen como objetivo instalar el terror en la ciudad, el Gobierno de Santa Fe anuncia medidas para reforzar la seguridad.
El intendente Javkin relaciona los recientes incidentes —como incendios de autos, balaceras contra taxis y ataques a colectivos— con eventos similares ocurridos en marzo, que culminaron en cuatro homicidios. Javkin sugiere que estos actos violentos comparten el mismo origen: las condiciones restrictivas de detención de los líderes narcos de la zona, la intención de desestabilizar la ciudad y posiblemente la participación de menores de edad en su ejecución.
Por otro lado, el Gobierno de Santa Fe anuncia una respuesta contundente. A través del Ministerio de Justicia y Seguridad, se informa la adquisición de 800 nuevos patrulleros policiales. Se llevará a cabo una licitación pública para la compra de 700 unidades, con un presupuesto oficial de $ 27.300 millones, mientras que otras 100 unidades se obtendrán mediante contratación directa. Esta medida se enmarca en la ley N° 14.237 correspondiente al "Estado de Emergencia en Seguridad Pública en la Provincia de Santa Fe".
Las autoridades destacan que los vehículos se entregarán completamente equipados, lo que refleja una inversión adicional en recursos. El 50% del precio del patrullero corresponderá al modelo adquirido, mientras que el otro 50% será destinado al equipamiento y la mano de obra necesaria para su instalación.
Estas acciones gubernamentales buscan tranquilizar a la población de Rosario ante la reciente ola de violencia, al tiempo que refuerzan el compromiso con la seguridad ciudadana en la provincia de Santa Fe. Sin embargo, queda por verse si estas medidas serán suficientes para contener la escalada de violencia y devolver la paz a las calles de la ciudad.