Estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) emprendieron hoy un viaje hacia Buenos Aires para unirse a la marcha federal en defensa de la educación pública y el sistema de ciencia y técnica. Esta convocatoria, que se espera masiva, cuenta con la participación de diversos sectores, desde la CGT y la CTA hasta organizaciones sociales, representantes de pymes e incluso miembros de comunidades universitarias privadas.
El reclamo central se enfoca en el desfinanciamiento del sistema universitario, parte de una serie de medidas que el Gobierno nacional ha implementado bajo la justificación de un supuesto superávit fiscal y externo. Estas acciones incluyen recortes presupuestarios, postergación de pagos e infraestructura, así como la reducción de fondos para las administraciones provinciales.
La marcha se llevará a cabo en un contexto hostil, marcado por intentos de desprestigio hacia las instituciones educativas y el sistema en general. Las acusaciones de "negocios turbios" por parte del presidente Javier Milei y los ataques de "adoctrinamiento" han generado un clima de confrontación. Además, desde el Ministerio de Capital Humano se han anunciado medidas para intentar desactivar la movilización, incluyendo fondos adicionales y acuerdos con rectores que estos últimos han negado.
Ante este panorama, la ministra Patricia Bullrich ha advertido sobre posibles "provocaciones" y ha anunciado la activación del "protocolo antipiquetes". Sin embargo, la determinación de los manifestantes es clara: defender la educación pública y exigir un financiamiento adecuado para garantizar su calidad y accesibilidad para todos.
