Después de prolongadas y desafiantes negociaciones, el expresidente Mauricio Macri ha llegado a un acuerdo con Patricia Bullrich para asumir la presidencia del PRO, partido que él mismo estableció en 2005.
En un gesto sin precedentes, Macri tomará las riendas del partido por primera vez, marcando un hito en su carrera política. La intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, será designada como vicepresidenta primera, seguida por el diputado Demián Arabia como vicepresidente segundo, y el concejal de Santiago del Estero, Facundo Carletti Pérez, como vicepresidente tercero.
Además, la diputada María Eugenia Vidal, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, se unirán al Consejo Directivo del partido, mientras que Patricia Bullrich encabezará la Asamblea.
Este acuerdo representa un cambio significativo en la dirección del PRO, ya que Macri nunca antes había ocupado el cargo de presidente del partido. Bullrich, quien deja su presidencia, libró una batalla interna con el exmandatario para determinar la nueva cúpula del partido.
El exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Vidal, figuras clave en la historia del PRO, decidieron apartarse de la competencia para permitir que Macri asumiera el liderazgo. Esto condujo a la designación de Martínez como vicepresidenta primera, representando un gesto de apoyo del primo de Macri y actual jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Por su parte, Bullrich logró asegurar su influencia en el Consejo Directivo y la Asamblea Nacional del PRO, con la designación de Arabia como vicepresidente segundo y su propio nombramiento como titular de la Asamblea.
El acuerdo también involucra a destacados líderes del PRO, como los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli, así como a varios gobernadores y intendentes de peso dentro del partido.
El gesto de autonomía de Bullrich, y su intento de alinear al PRO con el gobierno del presidente Javier Milei, ha generado tensiones internas y cierta incomodidad dentro del partido.
