Con el próximo gobierno nacional encabezado por Javier Milei a la vuelta de la esquina, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, se prepara para iniciar su segunda gestión el 11 de diciembre.
La Municipalidad desestima la preocupación por un posible recorte en obra pública, pero centra su atención en las potenciales consecuencias de la anunciada "estanflación". Se revelan los ejes de acción desde el Palacio de los Leones y las claves del nuevo presupuesto municipal.
En la órbita municipal, la obra pública cero no genera alarma, ya que argumentan que anteriores gobiernos no han aportado significativamente. Sin embargo, la inquietud surge por las repercusiones sociales de posibles medidas de ajuste y estanflación, especialmente en una ciudad ya afectada por la pobreza y la violencia urbana.
La sintonía política entre el gobierno provincial entrante y el municipal brinda cierta tranquilidad, pero se busca que los aportes para la salud municipal regresen a los niveles de la gestión Lifschitz. Además, se espera saldar una deuda de 2,800 millones de pesos dejada por la administración Perotti.
En el ámbito nacional, la Municipalidad busca asegurar la continuidad de fondos para proyectos de urbanización. Se destaca la firma de acuerdos para la urbanización del barrio La Tablada, aunque existen dudas sobre el proyecto Los Pumitas, financiado por el gobierno nacional.
Se señala una histórica discriminación en la asignación de fondos nacionales para Rosario, destacando que a pesar de ser el departamento más poblado, recibe solo el 6.2% del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas de la Nación destinado a Santa Fe. Se plantea la necesidad de un trato más equitativo y se subraya la inversión desproporcionada en otras zonas de la provincia y el conurbano bonaerense.
En cuanto a la planificación futura, se prevé mantener la misma línea presupuestaria para obra pública en 2024, incluyendo un bono para financiar proyectos. Se destaca la importancia de continuar con el plan de pavimento definitivo, un pilar fundamental de la acción municipal en este ámbito.
Javkin enfocará su segunda gestión en el "municipalismo" y la cercanía con la ciudadanía, buscando facilitar la vida cotidiana en un contexto nacional complejo. Se plantean otros ejes, como la complementación con la Universidad Nacional de Rosario, la digitalización de trámites municipales y la simplificación tributaria, con la propuesta de eliminar alrededor de 30 tasas municipales.
El proyecto de presupuesto también propone cambiar el índice de referencia para los aumentos trimestrales de las tasas, pasando de la actualización del contrato de recolección de residuos a la inflación, lo que probablemente genere debate en el ámbito parlamentario. Con mayoría en el Concejo, Javkin enfrentará nuevos desafíos en su segunda gestión.
La gestión de Javkin se prepara para sortear los desafíos planteados por el cambio de escenario nacional liderado por Milei, buscando mantener la estabilidad y mejorar la calidad de vida de los rosarinos.
